domingo, 8 de agosto de 2021

El Ejército real de Extremadura en la batalla de Villaviciosa o Montes Claros (1665)

 
Tras las derrotas de Estremoz (1663), Castel Rodrigo y Valencia de Alcántara (1664), don Juan José de Austria renunció al cargo de General del Ejército de Extremadura, inducido por una carta que le escribió su padre, el rey Felipe IV. Mientras se nombró al valón conde de Marchin para ejercer de manera interina el gobierno del frente extremeño, quien ordena abandonar la plaza de Arronches, ante la dificultad de su defensa, destruyendo antes parte de las fortificaciones.
Al igual que había ocurrido en Flandes, en 1665 se eligió como sustituto de don Juan al marqués de Caracena, que se encontraba en España tras abandonar el gobierno de los Países Bajos españoles. En la primavera de 1665, se había ido reuniendo en Extremadura un enorme ejército: También se preparó una armada que debía bloquear Lisboa.
El ejército hispano partió del cuartel general de Badajoz, unos 13.000 infantes y 6.500 jinetes, que estaban al mando del experimentado general marqués de Caracena. El general español fijó como objetivo la plaza de Villaviciosa (o Vila Viçosa en portugués), bien fortificada y sede de la Casa de Braganza, de importancia algo menor que Evora, fortaleza de primer orden.
Caracena primero tomó la población de Borba, que se entregó sin combatir. Borba había sido conquistada y saqueada por los españoles en la campaña de 1662, y reconquistada por los portugueses poco después.
Luego Caracena asedió Villaviciosa: el sitio fue costoso, y se demoró lo suficiente como para permitir al ejército portugués acudir en su socorro.
El ejército luso -formado por soldados portugueses y unidades auxiliares inglesas y francesas- al mando del marqués de Marialva, y secundado por el comandante alemán Schomberg, se situó en Montes Claros a mediados de junio, cerca de la plaza asediada. El ejército hispano de Caracena se dirigió hacia ellos para entablar batalla, dejando un cuerpo de ejército en las trincheras de Villaviciosa, para evitar una salida de la guarnición portuguesa.

Esta vez no ocurrió como en las batallas anteriores, y los hispanos no se desbandaron nada más comenzar el combate. La lucha fue reñida, y se combatió por espacio de varias horas, pero finalmente las tropas hispánicas fueron derrotadas en la batalla de Villaviciosa (llamada de Montes Claros por los portugueses).
Tras la batalla Caracena ordenó levantar el asedio, retirándose con los restos de su ejército hacia la cercana plaza de Juromeña (o Juromenha). Las deserciones hicieron el resto y, para finales de otoño, el marqués de Caracena comunicaba a la Corte de Madrid que el Ejército de Extremadura contaba únicamente con 5.000 infantes y 3.000 jinetes.

Cuando la noticia de la derrota llegó a Madrid, los madrileños salieron a protestar, llegando las alteraciones a las puertas del mismo Palacio real. La guerra en Portugal duraba ya demasiado y estaba empobreciendo al pueblo.
Un viejo y supersticioso Felipe IV, rey de España, preocupado por el rumbo de la guerra, pedía al Consejo que se hicieran oraciones para paliar la situación:

"El suceso que han tenido mis armas en Portugal manifiesta bien cuán ofendido se halla Nuestro Señor de los pecados y escándalos públicos, ordenando se remediase y se hicieran rogativas y oraciones (...)"

Felipe IV de España, enfermo y apesadumbrado, moriría 3 meses después de librarse la batalla de Villavicosa. Durante las campañas de 1666 y 1667 Caracena se mantuvo a la defensiva, repeliendo las entradas y saqueos que los portugueses realizaban en la frontera, sobre todo en Andalucía. Y en septiembre de 1667 el ejército portugués irrumpe por la frontera gallega.  
La Guerra de la Devolución (1667-1668) -en la que Francia inició de nuevo las hostilidades con España e invadió los Países Bajos españoles- precipitó los acontecimientos, obligando a la reina regente Mariana de Austria a buscar un acuerdo con Portugal.
En 1668 se firmó en Lisboa un tratado de paz entre España y Portugal, por el que la Monarquía española reconocía la soberanía del país vecino. Además se ponía en libertad a los prisioneros de guerra y se restituían todas las plazas conquistadas al bando contrario: Así se devolvía a Portugal las plazas de Olivenza, Juromeña, Ouguela y Monzón (o Monçao). España abandonaba la fortificación de San Luis Gonzaga y únicamente mantendrá la plaza de Ceuta. Y se devolvía a España las plazas de Valencia de Alcántara, Goyán y La Guardia.
 
 
En la obra "De la conquista y pérdida de Portugal" (1885), del historiador decimonónico Serafín Estébanez Calderón, se encuentra una relación de los oficiales mayores del Ejército español de Extremadura que causaron baja en la batalla de Villaviciosa. También se enumera los oficiales prisioneros en cada una de las unidades hispanas, tanto de infantería como de caballería, que tomaron parte en la batalla: 










General: Luis Carrillo de Benavides y Toledo, Marqués de Caracena

Segundo: Diego Caballero de Illescas

Efectivos: (Unos 12.000 soldados, perteneciendo 5.000 de ellos a la caballería)


   Tercio español de Don Anielo de Guzmán
   Tercio español de Gaspar Méndez de Haro, Marqués del Carpio
   Tercio español de Rodrigo de Múgica
   Tercio español de Don Francisco de Alarcón
   Tercio español de Don Diego de Vera
   Tercio español de Juan Barbosa
   Tercio español o ¿hispano-borgoñón? de Jacques Gumin
   Tercio español de Valencia, al mando de Félix Pardo de la Casta

   Tercio irlandés de Brian O'Neill

   Tercio valón del Conde Philippe de Hornes, Vizconde de Furnes (o Veurne)
   Tercio valón de Henri de Melun, Marqués de Risbourg (o Richebourg)
   
   Regimiento alemán de François Francqué (capturado en combate)
   Regimiento alemán del Conde Alfonso Porcia
   Regimiento alemán del Conde Rambaldo Porcia
 
   Regimiento ¿franco-alemán? o ¿suizo? de Victor Noterman
   

Caballería al mando de Diego Correa (capturado en combate)


Cuerpo de Ejército sitiando Villaviciosa (3.000 infantes en las trincheras y otras fortificaciones exteriores, y unos                                                                    400 jinetes en Borba)
 
General: Nicolas de Langres (capturado y muerto de las heridas recibidas en combate)

   Tercio español de la Costa de Granada, al mando de Juan de la Carrera

   Tercio italiano de Andrea Coppola, Duque de Canzano
   Tercio italiano de Marzio Origlia
   Tercio italiano de Giovanni Barbiano, Conde de Belgioioso

   Regimiento alemán de Ambroise Augustin de Bette, II Marqués de Lede
   Regimiento alemán de Adam Christobal von Hesse
   Regimiento alemán de Francisco de Rojas y Cárdenas

   Regimiento suizo de Carl Cloos (o Close)

Caballería en Borba al mando de Pedro de Ardila


Grabado neerlandés del siglo XVII que reproduce la batalla de Montes Claros, llamada de Villaviciosa por los españoles. (Grabado de Jan Luyken, hacia 1698)


_______________________________
NOTA1: La población de Goyán fue ocupada por los portugueses, los cuales en 1663 construyeron un fuerte para protegerla. Tras la firma del Tratado de Lisboa (1668), los lusos tuvieron que entregarlo.

NOTA2:
Alguna relación de la campaña cita la intervención en el asedio de Villaviciosa del tercio español del conde de Torres Vedras. 
Al tercio de Anielo de Guzmán le hemos visto tomar parte en la captura de Evora y en la batalla de Estremoz (llamada de Ameixial por los portugueses), donde su maestre de campo fue hecho prisionero (1663). Anielo de Guzmán permanecerá cautivo en Lisboa hasta 1668, en que fue liberado tras el acuerdo de paz firmado en la capital lusitana.
El tercio que fue de don Gonzalo Fernández de Córdoba, que hizo las campañas de 1662 y 1663, tomó el nombre de "Tercio de Castilla" en 1664, siendo nombrado su maestre de campo el marqués del Carpio. El marqués de Eliche, marqués del Carpio por muerte de su padre en 1661, fue voluntario en la batalla de Estremoz, donde cayó prisionero de los portugueses. Permaneció cautivo en Lisboa, donde fue designado por la reina Mariana de Austria plenipotenciario para las negociaciones y la firma de la paz con Portugal, regresando a España en 1668. Este tercio anteriormente fue el regimiento de la Guardia, que sirvió durante la campaña de 1661.

La mayoría de las unidades de infantería también son veteranas de las campañas anteriores. Así el tercio de Granada se había distinguido en la campaña de 1663 y en la defensa de Valencia de Alcántara (1664). En cambio el tercio de Valencia acababa de llegar al frente, así una relación del ejército de campaña indicaba:

"Del Reino de Valencia se está esperando un Tercio de infantería que viene marchando, que se supone que tendrá hasta 500 hombres con los oficiales de primera plana, (...)"
 
Las unidades valonas y algunas de las unidades alemanas, como el regimiento de Rojas, llegaron desde Flandes, sirviendo en el frente de Galicia durante la campaña militar de 1662, para ser conducidos al frente extremeño al año siguiente. En cambio, los regimientos alemanes de los Porcia -familia italiana al servicio del Imperio Germánico- fueron cedidos por el Emperador alemán, y conducidos desde Milán y Nápoles hacia España en 1664.
Otras unidades alemanas llevaban en Extremadura más tiempo, como el regimientos de Francqué, y el regimiento del barón de Kaiserstein, que pasa a estar mandado por Adam Christobal von Hesse
en 1664
Varias de las unidades de caballería ya habían tomado parte en las campañas anteriores. En cambio otras, como los regimientos de caballería alemana del conde Rabatta y de Fabri (o Fabry), cedidos a España por el Emperador, llegaron a España en 1664, pasando el resto del año alojados en Andalucía, para ser conducidos a Extremadura al año siguiente.    

NOTA3: En la batalla de Villaviciosa tomó parte en calidad de soldado particular el duque de Osuna, hallándose siempre al lado del marqués de Caracena. Al duque de Osuna le hemos visto el año anterior liderando al Ejército de Castilla en la batalla de Castel Rodrigo (1664), donde fue derrotado y destituido del mando.
A los oficiales superiores Diego Caballero de Illescas y a Diego Correa les hemos visto dirigiendo la caballería en campañas anteriores. Mientras el mando de la artillería durante la campaña quedó a cargo de Luis Ferrer.

Algunos testimonios de la batalla indican que Langres, que fue capturado herido grave el mismo día de la batalla, murió de sus heridas en el hospital de Villaviciosa, otras fuentes indican que fue ahorcado en la misma Villaviciosa. El ingeniero francés Nicolas de Langres, que realizó diversos grabados de las fortalezas portuguesas, posiblemente fuera ahorcado acusado de traición, ya que anteriormente sirvió a los rebeldes portugueses, pasándose posteriormente a los españoles. Ver nota izquierda a pie de foto en El Ejército real de Extremadura en 1662.

No hay comentarios:

Publicar un comentario