jueves, 31 de enero de 2019

Diario de Erich Lassota de Steblovo durante la primera campaña de las islas Azores, en 1581


Prosigue la relación del diario del soldado silesiano Erich Lassota de Steblovo (o von Steblovo, germanizado como von Steblau) para el año de 1581. Una vez conquistado Portugal en 1580, los rebeldes portugueses se hicieron fuertes en algunas de las islas de las Azores, recibiendo allí ayuda militar desde Francia e Inglaterra.


Detalle de un grabado que muestra un coronel de un regimiento alemán, hacia la segunda mitad del siglo XVI. El coronel del regimiento ("Obrist", "Obrister" u "Oberst"), montado a caballo y con bastón de mando, está acompañado de su guardia de alabarderos ("Hellebardiere"). (Grabado de Johann Theodor de Bry)

 Detalle del mismo grabado anterior, de Johann Theodor de Bry, donde se muestra un alférez alemán, o "Fähnrich", portando la bandera. Junto a la bandera se muestran dos "doble-pagados" o "doppelsöldner", soldados alemanes de élite que luchaban en primera línea, y por lo cual recibían doble sueldo. Los doppelsöldner portan sus característicos mandobles -enormes espadas a dos manos- o "Zweihänder". También se muestran dos músicos: el pífano ("Pfeifer") y el tambor ("Trommler").


Steblovo relata cómo a comienzos de 1581 es enviado a diversos sitios del norte de Portugal, llegando a Galicia, donde recorre algunas de sus villas y ciudades:

 "El 5 de Enero salí de Lisboa en un barco, con los buenos compañeros Sr. Hans Weigand, capellán de campo, Stoghammer [Sigmund Steighammer], capitán; (...)
 El 9 del mismo vinimos a Tomar (villa grande), tres millas distante, donde cominos; (...)
 El 11 de Enero vinimos a Coimbra (ciudad), una milla y media. Es una grande y hermosa ciudad, (...)
 El 14 de Enero, no admitiéndonos en Porto [Oporto], por motivo de la mortandad [peste], pasamos más adelante desde la Villa Nova, una milla, (...)
 El 15 de Enero fuimos a una venta, a dos millas, donde comimos. De allí, por el río de Bissala [Vizela], hasta Guimerais [Guimaraes] (villa grande y murada), dos millas. Aquí estuvieron anteriormente las cuatro banderas [compañías] alemanas y el regimiento [tercio] de D. Rodrigo Zapata, que antes pasó por Braga.
 El 16 y 17 de Enero descansamos allí.
 El 18 del mismo salí de Guimerais con los Sres. Hans Weigand, Maximiliano Puschmann, Wolf Oberhofer, y Miguel Weichsler, y todos nos fuimos a Braga (ciudad), dos millas distante. (...)
 El 21 del mismo adelantamos hasta el río de Coyro [Coura], una milla; luego hacia Valenza (villa murada), (...) donde comimos. Desde allí, sobre el río Minio [Miño], que separa la Galicia de Portugal, navegamos hasta Tuy (ciudad de Galicia, sobre el río de Valenza); luego a Porigno [Porriño] (villa), dos millas.
 El 22 anduvimos hasta Rotondella [Redondela] (villa grande), situada a dos millas sobre el mar.
 El 23 de Enero nos marchamos hasta Ponte San Pablo (aldea), una milla. (...) luego a Pontevedra (villa grande murada), dos millas. (...)
 El 24 de Enero adelantamos a Portella [Portela] (lugar), una milla; luego a Caldas de Rey, dos millas, donde comimos. (...)"

Llegan a Santiago de Compostela, donde visita la catedral:

 "El 25 de Enero fuimos de Padron a Santiago de Compostela (ciudad), a cuatro millas distante.
 El 26 del mismo nos quedamos en Compostela.
 De lo que hay que ver en Santiago, y de que modo está dispuesto:
 En primer lugar, la iglesia de Santiago es un hermoso, magnífico y suntuoso edificio, (...)
 Debajo del altar mayor, dorado de puro oro o plateado, y con una hermosa reja alrededor, descansa el cuerpo de Santiago Mayor, apóstol, con Teodoro y Anastasio, sus dos discípulos.
 Sobre el altar está colocada una estatua de Santiago; encima cuelga una grande y dorada corona, que le acostumbran poner los peregrinos. (...)"

Catedral de Santiago de Compostela. (Foto del autor)


También describe el llamado Hospital de los Reyes Católicos:
 
 "Cerca de la iglesia hay un magnífico y rico hospital, en que los peregrinos, pagando o sin pagar, están cuidados según su clase y calidad. (...)" 

El llamado Hospital de los Reyes Católicos, en Santiago de Compostela. (Foto del autor)


Vuelven de nuevo a Portugal:

 "El 27 de Enero volvimos de Santiago a Padron, cuatro millas.
 El 28 del mismo fuimos a Caldes
[Caldas de Rey], tres millas, donde comimos, y luego a Pontevedra, tres millas distante. (...)
 El 1.º de Febrero proseguimos hasta Braga, cuatro millas y media, en que comimos; después a Guimerais, tres millas, donde quedamos algún tiempo."

Descansan en Guimaraes, donde se produce un incidente violento entre los soldados alemanes y los españoles, que es aplacado por el maestre de campo Rodrigo Zapata:

 "El 7 de Febrero, los españoles de Guimerais empezaron un alboroto contra los alemanes; un soldado de la bandera de Arzt cayó mortalmente herido; el Sr. Jorge Merl recibió una descarga en la cara con una carabina cargada de piedras; más de ocho soldados sufrieron heridas, y también varios españoles; hubieran ocurrido muchas más desgracias de ambas partes si D. Rodrigo Zapata y el teniente coronel con los capitanes [alemanes] no hubiesen intervenido."

Los soldados alemanes son enviados a Oporto, que Erich Lassota describe con todo lujo de detalles:

 "El 9 de Febrero salimos otra vez de Guimerais, yo, el Sr. Hans Weigand y Miguel Weichsel [Michel Weichel o el anterior Michel Weichsler], y nos fuimos a Ventas de Carnero, cuatro millas.
 El 10 del mismo seguimos una milla, hasta Alfena, (...) y después a Porto (ciudad), una milla. Este último es una ciudad hermosa, grande e industrial, situada sobre el río Duero, que desemboca en el mar, (...) y cerca un pequeño castillo, llamado San Juan. La ciudad está cercada de hermosa, ancha y fuerte muralla, construida de piedra maciza con sus bastiones y baluartes; (...)"

Vista de la ciudad de Oporto en el siglo XVII, con las murallas a las que se refiere Steblovo. La pequeña población de Vila Nova se encuentra al otro lado del Duero. (La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos, de Pedro Teixeira, 1634)


En una pequeña localidad cercana, Lassota refiere que fue atacado por la noche por unos asaltantes, de los que se salvó a duras penas:

 "El 12 del mismo seguimos por agua y por Villa Nova, que está a otra parte de la ribera, vinimos hasta Arifana [Arrifana], (...) Allí, a una media milla de afuera, y cerca de una media hora después de anochecer, me acometieron tres portugueses, y si no hubiese acudido a mi auxilio una gente honrada que impidió el ataque y me llevó consigo, me hubieran despojado de todo, o asesinado acaso."

Finalmente llegan a Lisboa y a Setúbal. Aquí Lassota da noticia de las Cortes de Tomar, donde Felipe II fue coronado Rey de Portugal:

 "El 20 de Febrero llegamos a Lisboa, seis millas, y el 21 del mismo allí quedamos.
 El 22 volvimos a Setuval, seis millas.
 El 16 de Abril juraron los portugueses en Tomar al Rey
[Felipe II], con solemnidad, y se procedió al momento a su coronación; después otorgó un indulto general, con exclusión de algunas personas."

Después refiere Erich Lassota varias noticias acerca del regimiento mercenario alemán del conde Jerónimo Lodrón: revistas y pago del salario. Además menciona como asistió a la entrada del rey Felipe II en Lisboa:

 "El 9 de Mayo se hizo una revista de las doce banderas [alemanas] en Setuval, cerca de <<Santo Domingo>>. (...)
 El 28 de Junio me dirigí a Lisboa.
 El 29 de Junio llegó el Rey a Lisboa, entrando con magnificencia; se le han hecho algunos hermosos arcos triunfales.
 El 3 de Julio volví otra vez a Setuval.
 El 5 de Julio se pagó sin descuento el sueldo de cuatro meses a las ocho banderas, es decir, de mi capitán
[Kripp de Freydeneck] y de los Sres. Lidl, Mentel, Priam, Wotsche, Calianer, Sagmeister y Eifländer."

Soldado mercenario alemán o "lansquenete", hacia la segunda mitad del siglo XVI. (Grabado de Jost Amman)


También indica Lassota la licencia del capitán de su compañía y la promoción para ocupar el puesto vacante:

 "El 6 de Junio, Cristof Kripp de Freydeneck, mi capitán, después de haber conseguido su permiso del señor coronel [Jerónimo Lodrón o Gerolamo Lodron] para irse a Alemania, entregó su capitanía y bandera a Engelhart Kurz de Senftenarr [Senfftenau], mariscal de campo."



PRIMERA CAMPAÑA DE LAS ISLAS AZORES

Felipe II trató de reducir a la obediencia los núcleos rebeldes que se encontraban en las islas Azores. Para ello ordenó al asturiano Pedro de Valdés, general de la escuadra de Galicia, que acudiera primero a las Azores, con un pequeño escuadrón naval de 10 embarcaciones, para vigilar y evitar que entrasen refuerzos en las islas. Mientras, en Lisboa se preparaba una armada mayor, de una veintena de naves, al mando de Galcerán de Fenollet, en la que se embarcarían varios miles de hombres al mando de Lope de Figueroa, con la intención de recuperar la isla Terceira, la más importante de las islas rebeldes.
A finales de junio de 1581, Valdés llega con su escuadra a Punta Delgada, capital de la isla de San Miguel, que se mantiene fiel a Felipe II. Allí se le informa que los rebeldes portugueses han recibido armas y municiones de Francia e Inglaterra, pero que los rebeldes son pocos y están mal organizados. Esta información hace que Valdés trate de conquistar la isla de Terceira, sin esperar a la armada de Fenollet. El 25 de julio desembarca 350 hombres cerca del puerto de Praia, los cuales logran expulsar, con suma facilidad, hacia el interior de la isla, a los portugueses encargados de impedir el asalto.
Pero al atardecer, los portugueses lanzan sobre los españoles un rebaño de 500 bueyes, que desorganiza sus filas; tras lo cual los rebeldes atacan y aniquilan al contingente desembarcado. La armada de Figueroa llegará semanas más tarde, pero se decide no emprender acción alguna contra la isla Terceira, dándose por concluida la campaña de 1581. Erich Lassota, que embarca en la expedición de Figueroa, relata la campaña:

 "Quedándose siempre rebeldes y sin querer entregarse las nueve islas Azoras, es decir: 1 Terceira (capital), 2 San Miguel, 3 Santa María, 4 San Jorge, 5 Pico, 6 Faial, 7 Graciosa, 8 Corbo, 9 Flores (...) apesar de haberse mandado contra ellas un año antes a D. Alonso de Bazan, hermano del marqués de Santa Cruz, con algunos navíos, el cual, por causa de temporales, volvió sin poder llegar a su destino, (...) y sin conseguir nada más que la sumisión de dos de ellas, es decir, la isla de San Miguel y de San Jorge, resolvió enseguida S. M. (...) de mandar allí a D. Pedro de Valdes con seis navíos y cuatro carabelas, armados de 500 hombres contra la flota de las Indias, ordenando de salir lo más pronto posible y obligar a las islas rebeldes a la obediencia y sumisión, (...) ordenó a D. Lope de Figueroa seguirle con otra armada para el caso, si no quisieran escuchar la razón, someterlas por fuerza. Por este motivo salieron de Setuval a Cona, (...) el día 7 del mes de Julio, a las tres de la madrugada, ocho banderas [compañías] de nuestro regimiento, es decir, la de mi capitán Engelhart Kurz; 2, de Lidl; 3, de Mentel; 4, de Kotsch [Wotsch]; 5, de Calianer; 6, de Priam; 7, de Sagmeister [ex Wolf Ramminger], y 8, de Eifländer. En aquel lugar, el señor coronel [Lodrón] nos designó por nuestro jefe al señor conde Sebastian, su pariente, y desde luego nos embarcamos (...)
 El señor Conde [Sebastiano Lodron o Lodrone] con todo su séquito, el juez administrador y teniente-preboste, nuestra bandera, Calianer y Priam, todos juntos se embarcaron en un navío en Ragusa [ragusano], llamado <<Juan Simon>>; el capitán Saigmester y Eifländer tomaron un navío gallego, llamado <<San Pedro>>, y las demás banderas colocaron en carabelas; la [nave] capitana ocupó D. Lopez [Lope de Figueroa], nuestro general; el almirantazgo tomó el galeón de <<San Antonio>>; los dos capitanes Girolano, francés, y D. Alvaro de Mendoza, se asentaron en el galeón de <<San Miguel>>. (...)
 El 12 de Julio salimos con la armada.
 El 13 muy temprano, después de una navegación cerca de veinte leguas, (...) la [nave] capitana sufrió una abertura, y la invadía mucha agua, de modo que no se podía ir más adelante, y fue preciso volver atrás a Lisboa, (...) nuestro navío y la gallega [el "Juan Simón" y el "San Pedro"], llevados por los vientos, dieron demasiado lejos (...)"

Debido a los retrasos por el mal tiempo, parte del contingente de mercenarios alemanes es ordenado abandonar la empresa:

 "El 22 de Julio, por orden del duque de Alba, el conde Sebastian [Lodrón], con cinco banderas, es decir, de Wotsch, Priam, Sagmeiler [Sagmeister], Calianer y Eifländer, desembarcó y se trasladó a Setuval."

La armada sale de nuevo. El resto del contingente alemán, incluida la compañía en la que servía Erich Lassota, queda ahora al mando de Engelhart Kurz, el capitán de Erich.

 "El 24 de Julio, nuestra bandera y H. Mentels (que por su debilidad quedó atrás), Fähnric y el teniente con ochenta soldados tomaron plaza en el navío gallego, y mi capitán [Kurz], como teniente coronel, quedó encargado de las otras tres banderas.
 El 25 de Julio salió otra vez nuestra armada del puerto con 1.500 hombres, (...) y compuesta de veintidós velas, a saber: la de la capitana, una hermosa hurca [urca, embarcación utilizada para el transporte de mercancías, reutilizada para la guerra] de Frisa [Frisia]; item la almirante, galeón de <<San Miguel>>; además, la gallega <<San Pedro>> y otra hurca de los Países Bajos, y las demás todas carabelas."



LA BATALLA DE SALGA

Después Erich Lassota pasa a describir el desembarco en la isla Terceira de la pequeña escuadra naval que mandaba Pedro de Valdés. El contingente militar español desembarcado fue aniquilado en una emboscada tendida por la guarnición de la isla:

 "El mismo día [25 de julio], D. Pedro de Baldes, queriendo sorprender y conquistar la isla Tercera, desembarcó la mayor parte de su gente, unos 400 hombres, en un lugar, <<Porto Judeos>> [Porto Judeu] llamado; mas su gente, al venir a la tierra, se dispersó al instante dedicándose al pillaje, y los portugueses, aprovechando este desorden, los atacaron; después de haberse reunido [los españoles], quisieron hacer resistencia al enemigo, pero éste lanzó contra ellos muchos bueyes, rompió sus filas, cayó encima, exterminó a todos, sin perdonar a los 30 que se echaron a la mar, para alcanzar nadando algún navío o barco;"

Erich describe el ensañamiento que hubo con los cuerpos de los soldados españoles fallecidos:

"(...) con los muertos mismos en la isla, cometió grandes atrocidades, arrancándoles los corazones y cortándoles las partes nobles, para hacer de todo eso una demostración pública."

También se deduce de su relación que entre los soldados españoles hubo algunos alemanes. Según se desprende de otros documentos, en el contingente de Pedro de Valdés había agregados 20 soldados alemanes:

 "Enmedio de estos hechos, un arcabucero alemán armado de una espada, y un español con una alabarda, hicieron pagar su propia vida a unos 50 hombres, sus enemigos."

 Grabado que muestra la isla de Terceira, en las Azores, en el siglo XVI. Porto Judeu y la bahía de Salga -lugar donde desembarcaron los españoles y en cuyas cercanías se sucedió la batalla- se encuentra en el extremo derecho de la costa sur. (Grabado de Jan Huygen van Linschoten)



FIN DE LA CAMPAÑA

 La expedición naval esta vez tiene mejor fortuna y llega a las Azores:

 "El 13 de Agosto nos encontramos con una flota india [de las Indias], nos hicimos recíprocas salvas, y de ellos supimos, por la primera vez, que Don Pedro [de Valdés] fue batido. (...)
 El 18 del mismo mes, apercibimos la isla de San Miguel."

Ya en las Azores, la armada toma contacto con la pequeña escuadra de don Pedro de Valdés, que ya había sido derrotado. Tras estar un tiempo frente a la isla Terceira, regresan a Lisboa, al no tener fuerzas suficientes para tomar la isla:

 "El 25 nos encontró Don Pedro con su armada, a unas seis leguas de la [isla] Tercera, y volvió con nosotros. (...)
 El 7 de Setiembre, después de haber reiterado el General varias tentativas de comunicación, sin que los defensores isleños permitiesen entrar a nadie en sus tierras, rechazando a todos con tiros, (...) (por la poca gente que teníamos, y ellos, según las noticias recibidas, tenían, tanto de extraños como de habitantes, unos 8.000 hombres), volvimos con nuestra armada, (...)"

Al llegar a Lisboa, don Pedro de Valdés será hecho prisionero y procesado por su actuación:

 "El 8 de Setiembre vinimos otra vez a San Miguel, cerca de la ciudad Punta Delgada.
 El mismo día, Don Pedro de Baldes con sus naves se fue a Lisboa, adonde vino algunos días antes de nosotros la armada de Don Lopez; al llegar, al instante le cogieron preso y se lo llevaron al castillo, y aunque, según los rumores, el Rey hubiese querido que se le degollara, le concedió por fin la gracia de vida, vuelta a su casa, desterrándole a la distancia de algunas millas lejos de la Corte."

La expedición regresa a Lisboa. La carabela en la que iba embarcado Erich Lassota fue conducida, a causa del temporal, a las costas gallegas:

 "El 5 de Octubre, después de haber luchado casi todo el tiempo con vientos adversos, (...) apercibimos con gran júbilo y alegría el cabo <<Finis Terrae>> (o Nerium promontorium) en Galicia por la mañana, y por la tarde cerca Munxía [Mugía] entramos en el puerto; (...)"

Vista del cabo y la pequeña población de Finisterre en el siglo XVII. (La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos, de Pedro Teixeira, 1634)


Tras regresar, Erich Lassota viaja de nuevo por Galicia, regresando posteriormente a Santarém:

 "El 15 de Octubre marchamos a Puente Vedra (una villa grande), distante tres millas, donde comimos. Allí encontramos dos galeras españolas sobre el río, y nos embarcamos en la llamada <<Ladrona>>, (...) el día 16 de Octubre, vinimos a Baiona [Bayona]; luego a la villa Porto [¿?] de Regno de Galicia, tres millas, donde anteriormente pasó a cuartel de invierno la bandera [compañía] del capitán Fanner [Tanner], con algunas otras españolas. El día 17 y 18 nos quedamos allí.
 El 19 de Octubre tomamos un barco unas dos horas antes de amanecer, y pasando delante de Caminha (villa del Regno de Portugal), (...)
 El 20 de Octubre por la mañana continuamos delante del castillo de San Juan, situado a la izquierda de la entrada del puerto, hasta Porto (ciudad); de allí a media milla estuvo la bandera del teniente coronel de Arzt y de Steghammer. (...)"

 Vista de la población de Pontevedra en el siglo XVII. (La descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos, de Pedro Teixeira, 1634)


Lassota es enviado a Santárem; aquí refiere la muerte del capitán Hans Mentel durante la campaña, sin especificar las causas de la misma. Aunque en un pasaje anterior, Lassota ya menciona la debilidad de Mentel, refiriéndose probablemente a una enfermedad que padecía, y no a la debilidad de su compañía:

"El 29 de Octubre proseguimos a Asignaga [Azinhaga], distante una milla, donde comimos; después a Sant Arein [Santarém], tres millas. Allí antes, Don Martin de Padilla, y el Adelantado de Castilla, acamparon con dos estandartes de la armada; también las banderas de mi capitán y de Lidl, separadas de la armada, allí fueron trasladadas, y la bandera del capitán Mentel, que después de su muerte en la Tercera heredó el capitán Antonio de Ladron, fue llevada a Peniche, una villa sobre el mar situada."

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NOTA1: Incidentes como el ocurrido en Guimaraes, entre los mercenarios alemanes y los españoles, si bien no fueron comunes, si que se produjeron en alguna otra ocasión: En 1547, varios incidentes violentos entre los jinetes alemanes y los soldados españoles ya habían dejado algunos muertos. La disputa entre un soldado español y otro alemán originó un conato de batalla en el campamento imperial, que finalmente aplacaron los mandos.
Otra clase de incidentes se dieron con los mercenarios alemanes: Por ejemplo, en 1629, durante el asalto por sorpresa de los holandeses a la plaza de Wesel, defendida por españoles, valones, y los mercenarios alemanes -la mayor parte de la guarnición-, éstos últimos se negaron a luchar, mientras reclamaban sus pagas a gritos, provocando que Wesel cayera en el asalto. Otro incidente parecido ocurrió en 1638, durante el asalto de los franceses a la plaza de Chatelet, defendida por españoles, valones y los alemanes. Según cuenta el alférez Lorenzo de Cevallos, al tercer asalto "los alemanes de Picolomini echaron las armas en tierra, con que entraron los franceses".

Sin embargo las pendencias violentas entre los mismos soldados en las tabernas o en las guarniciones fueron habituales. En 1632, tuvo lugar en la ciudad flamenca de Ypres un incidente violento entre soldados españoles del tercio embarcado de la Armada de Flandes y un maestre de campo portugués que reclutaba una compañía de caballería en la ciudad. El incidente dejó varios muertos, entre ellos civiles de la ciudad.