Para la campaña de 1663 el rey Felipe IV quería que se realizara una operación importante y ordenó para ello reunir un considerable ejército en la frontera luso-extremeña. Por otra parte, los portugueses recibían refuerzos de hombres y recursos desde Francia e Inglaterra: En 1662 desembarcaban en Lisboa soldados británicos, llegados en ayuda de la Casa de Braganza, en virtud de la renovación en 1661 del tratado de alianza anglo-portuguesa. Estos soldados veteranos de la guerra civil de Inglaterra, y provenientes de la guarnición de Dunkerque, conformarán la llamada "Brigada inglesa".
Además como el tratado de los Pirineos (1659) prohibía a Francia prestar ayuda militar a los rebeldes portugueses, el rey Luis XIV decidió apoyarlos de forma oculta mediante la interposición inglesa. Así se envió un primer contingente de 500 soldados franceses, y se permitió que el mariscal Schomberg, que estaba al servicio de Francia, pasara a dirigir las tropas británicas en Portugal.
Además como el tratado de los Pirineos (1659) prohibía a Francia prestar ayuda militar a los rebeldes portugueses, el rey Luis XIV decidió apoyarlos de forma oculta mediante la interposición inglesa. Así se envió un primer contingente de 500 soldados franceses, y se permitió que el mariscal Schomberg, que estaba al servicio de Francia, pasara a dirigir las tropas británicas en Portugal.
Don Juan José de Austria inició la campaña saliendo de Badajoz a comienzos de mayo, al mando de 15.000 infantes, 6.500 jinetes, 500 carros de transporte y 20 piezas de artillería; su ejército marchó hasta Estremoz, pero la plaza se encontraba bien guarnecida, por lo que se decidió sitiar Evora, la cual estaba menos defendida. Don Juan José dirigió las operaciones y Evora capituló a los pocos días.
Entonces el ejército portugués, concentrado en Estremoz, se decidió a presentar batalla. Don Juan marchó con su ejército, y ambos bandos se encontraron en un lugar entre las poblaciones de Estremoz y Evora. En la batalla de Estremoz -llamada de Ameixial por los portugueses- los españoles fueron derrotados. Las líneas hispanas fueron rotas por el ejército luso -compuesto por soldados portugueses y sus auxiliares ingleses y franceses- produciéndose una desbandada general del ejército hispánico. Don Juan José se refirió en duros términos acerca del comportamiento de sus soldados, en carta dirigida a su padre, el rey Felipe IV, después de la batalla:
Entonces el ejército portugués, concentrado en Estremoz, se decidió a presentar batalla. Don Juan marchó con su ejército, y ambos bandos se encontraron en un lugar entre las poblaciones de Estremoz y Evora. En la batalla de Estremoz -llamada de Ameixial por los portugueses- los españoles fueron derrotados. Las líneas hispanas fueron rotas por el ejército luso -compuesto por soldados portugueses y sus auxiliares ingleses y franceses- produciéndose una desbandada general del ejército hispánico. Don Juan José se refirió en duros términos acerca del comportamiento de sus soldados, en carta dirigida a su padre, el rey Felipe IV, después de la batalla:
"Referir a V. M. las circunstancias de esta infame desdicha, (...) ningún hombre en el ejército cumplió con lo que debía, y yo el primero, pues no quedé hecho pedazos en aquel campo, (...) Nuestra infantería ha dejado un ejemplo nuevo en las historias, pues no se hallará en ellas hasta hoy que haya sido roto un ejército (...) por otro que no quiso dar batalla ni tal intención tuvo, (...) Y para acreditar más la vileza de nuestra gente, es de notar que ella misma saquea el bagaje [equipaje y provisiones del ejército] y todo lo que no se pudo retirar, con que el enemigo halló sólo carros y carretas vacías. (...) lo que me ha llegado al alma es hacer la última experiencia de la vileza de nuestra nación y de la infamia con que se ha portado lo general de ella, descrédito que no se borrará jamás (...)"
En la obra "De la conquista y pérdida de Portugal" (1885), del historiador decimonónico Serafín Estébanez Calderón, se encuentran dos muestras tomadas al Ejército hispánico de Extremadura poco antes y después de la batalla de Estremoz. Las muestras reflejan unas pérdidas totales del 30% -siendo 31% de la infantería y 28% de la caballería-. También se indica las pérdidas de artillería y demás material militar. Al hacer alusión el documento a la "gente que se perdió en la batalla", están descontados en las muestras los soldados que quedaron de guarnición en Evora. Gran parte de estas unidades tomaron parte en las campañas anteriores de 1661 y 1662.
General: Don Juan José de Austria
Segundo: Francesco Tuttavilla, Duque de San Germano
Efectivos: (Unos 17.000 soldados, de los que 11.000 son infantería y 6.000 son caballería)
Tercio español de Don Anielo de Guzmán (capturado en combate)
Tercio español de Luis de Frías
Tercio español de Don Gonzalo Fernández de Córdoba (herido de muerte días antes, en una escaramuza cerca de Evora)
Tercio español de Andrés Velázquez de Velasco, Conde de Escalante (capturado en combate)
Tercio español de Don Rui Pérez de Vega
Tercio español de Lope Gómez de Abreu (muerto de las heridas recibidas en combate)
Tercio español de Rodrigo de Múgica
Tercio español de Don Juan Enríquez (capturado en combate)
Tercio español de Don Diego Alvarado de Bracamonte
Tercio español de Don Francisco Tello
Tercio español de Baltasar de Urbina
Tercio español de Don Diego de Vera
Tercio español de Francisco de Araujo
Tercio español de Gil de Villalva
Tercio español o ¿hispano-borgoñón? de Jacques Gumin
Tercio italiano de Carlo Francesco Pirovano, Marqués de Cassino
Tercio italiano de Camillo Dura
Tercio italiano de Andrea Coppola
Tercio italiano de Marzio Origlia
Tercio italiano de Antonio Guindazo
Regimiento alemán del Conde Franz Adam Losestein (capturado y muerto de las heridas recibidas en combate)
Regimiento alemán del Barón Johann Franz von Kaiserstein
Regimiento alemán del Louis de Orleans, Conde de Charny
Caballería al mando de Diego Caballero de Illescas y de Diego Correa
Regimiento alemán del Louis de Orleans, Conde de Charny
Caballería al mando de Diego Caballero de Illescas y de Diego Correa
Grabado que reproduce al Conde de Villa Flor, general del ejército portugués, en la batalla de Ameixial (o Estremoz para los españoles). El conde, a caballo, porta los símbolos propios del general: bastón de mando y banda sobre la armadura. Al fondo la batalla, con los soldados portugueses atacando a los tercios españoles, que estaban situados estratégicamente en los promontorios de unos montes. (Grabado incluido en la relación de la campaña de 1663, de Antonio Alvares da Cunha)
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NOTA1: El ejército hispano que se reunió en la frontera en 1663 consistía en las tropas veteranas de Flandes, Italia, el Sacro Imperio Germánico, y Cataluña, que desde 1660 se fueron trasladando hacia el frente de Extremadura. Completado con las levas -o reclutas- forzosas realizadas en la Corona de Castilla, llegándose a utilizar en algunos casos extremos a condenados a la horca o a galeras, incluso corrieron rumores sobre la movilización de personas internadas en centros de beneficiencia.
NOTA2: Los tercios italianos de Dura y Coppola estaban formados por soldados napolitanos. El tercio del marqués de Cassino estaba constituido por reclutas lombardos. Guindazo y Origlia son napolitanos.
Durante 1663 los irlandeses quedaron en las guarniciones y no salieron a la campaña, debido a que su unidad estaba bastante disminuida, y a que se temía su deslealtad, o que desertaran, por la presencia también de soldados irlandeses en la "Brigada inglesa" al servicio de Portugal.
NOTA3: En la muestra de Evora, que totaliza unos 20.000 soldados, se encuentran a mayores los tercios españoles de Altarriba, Fonseca, Barbosa, Pinos y Carrera; los tercios italianos de Rossi y Sartirana; y los regimientos alemanes de Carondelet y de Francqué. Estas unidades, unos 3.700 hombres, serían las que quedaron de guarnición en Evora, al mando del conde de Sartirana. Sin embargo, la plaza capituló a los portugueses 20 días después de la batalla.
NOTA3: En la muestra de Evora, que totaliza unos 20.000 soldados, se encuentran a mayores los tercios españoles de Altarriba, Fonseca, Barbosa, Pinos y Carrera; los tercios italianos de Rossi y Sartirana; y los regimientos alemanes de Carondelet y de Francqué. Estas unidades, unos 3.700 hombres, serían las que quedaron de guarnición en Evora, al mando del conde de Sartirana. Sin embargo, la plaza capituló a los portugueses 20 días después de la batalla.
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