En una entrada anterior, el cronista Antonio Carnero mostraba el alto mando del Ejército español de Flandes hasta aproximadamente el año 1623-1625. En esta entrada se pretende mostrar toda la jefatura del Ejército de Flandes hasta el final de la guerra de los ochenta años.
CAPITAN GENERAL
El mando supremo del Ejército de Flandes era ostentado por el Capitán General, quien también hacía las funciones de Gobernador de los Países Bajos, designado por el rey como representante suyo y administrador de los territorios flamencos.
El cargo era ostentado por la más alta nobleza o por familiares de la casa de Austria española o alemana, sin importar en algunos casos la experiencia castrense del titular. Todos mandaron ejércitos en campaña, salvo Isabel Clara Eugenia.
El Capitán General en ocasiones nombró a otros Generales para realizar una determinada acción militar, mandar un
distinto ejército de operaciones, o combatir en otro frente distinto al
de Flandes. Estos vendrán resaltados en otro color en el cuadro.
Capitán General del Ejército de Flandes y Gobernador General de los P.B. (1567-1648) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Año | Nombre | Notas | |||
1567 | Fernando Alvarez de Toledo, Duque de Alba | ||||
1573 | Luis de Requesens y Zúñiga, Comendador mayor de Castilla | ||||
1576 | Juan de Austria | ||||
1578 | Alejandro Farnesio, Duque de Parma | ||||
1592 | Conde Pedro-Ernesto de Mansfeld | (interino) | |||
1594 | Archiduque Ernesto de Austria | ||||
1595 | Pedro Enríquez de Acevedo, Conde de Fuentes | (interino) | |||
1595 | Archiduque Alberto de Austria | ||||
1621 | Isabel Clara Eugenia, Infanta de España | ||||
1633 | Francisco de Moncada, Marqués de Aytona | (interino) | |||
1634 | Fernando de Austria, Cardenal-Infante de España | ||||
1641 | Francisco de Melo, Marqués de Tordelaguna | ||||
1644 | Manuel de Moura y Cortereal, Marqués de Castel Rodrigo | ||||
1647 | Archiduque Leopoldo-Guillermo de Austria |
Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel, III Duque de Alba: Experimentado militar castellano, fue uno de los mejores generales del siglo XVI. Sirvió al Emperador Carlos V, y al hijo de éste, el rey Felipe II. Hijo de García de Toledo, muerto combatiendo en la isla de los Gelves (1510). Su primer hecho de armas es en el sitio de Fuenterrabía (1521-1524), al que acude como voluntario, en el transcurso de la primera guerra del Emperador Carlos V con Francia. Como cuenta el cronista fray Prudencio de Sandoval, el joven noble fue nombrado gobernador de la plaza:
"Y entró a tomar la posesión de ella por el Emperador, don Fernando de Toledo, nieto y sucesor del duque de Alba. El cual, siendo muy mozo, que aún no tenía veinte años, por servir a su rey, sin licencia de su abuelo se había venido al campo y peleado como valiente caballero."
Participa como voluntario en el socorro de Viena (1532). En la expedición de Túnez (1535) mandó un cuerpo de ejército en la retaguardia; en la tercera guerra del Emperador con Francia, mandó los "hombres de armas" o caballería pesada en la vanguardia, durante la campaña de invasión de Provenza (1536); y en la expedición a Argel (1541) tuvo el mando de los lansquenetes alemanes. En la cuarta guerra con Francia, fortificó Perpiñán y Pamplona, poco antes del asedio de los franceses a la primera (1542). Tuvo el mando del ejército imperial en la Guerra de Esmalcalda (1546-1547) y en la quinta guerra con Francia hasta el malogrado asedio de Metz (1552-1553). En el marco de esta guerra es designado como General y Superintendente imperial de Italia, poniendo a punto las fortificaciones y las defensas del Ducado de Milán (1555); para luego ser designado virrey de Nápoles (1555-1556), al ser amenazada ésta por el papa Paulo IV, quien aliado con Francia, pretendía expulsar a los españoles de la Península italiana. Alba invade los Estados Pontificios, se apoderó de Ostia y se plantó ante Roma, obligando al Papa a firmar una tregua (1556). Al año siguiente, Alba defendió Nápoles de un ejército franco-pontificio al mando del duque de Guisa, y plantándose de nuevo ante Roma, Alba intenta asaltarla realizando una "encamisada", el cronista Luis Cabrera de Córdoba lo cuenta, señalando el "santo y seña" acordado para la acción:
"Aunque no tenía intento de asaltar la ciudad, con gran artificio dijo a Ascanio de la Corgna y a los capitanes habia de ir a una facción (...) y entrando en la ciudad el nombre para conocerse fuese libertad, llevasen camisas sobre las armas (...) Envió adelante a Ascanio de la Corgna y a los capitanes Mosquera y Palacios con trescientos infantes con escalas de muro y algunos caballos, para que después de media noche ocupasen a Puerta-mayor. (...)"
Pero la ciudad estaba prevenida y la encamisada es abortada. En fin, el Papa tuvo que rendirse, entrando el duque de Alba triunfante en la Ciudad Eterna.
Ante la rebelión de los Países Bajos, Alba es nombrado Gobernador (1567-1573) y es puesto a cargo de un ejército español que debía de conducir para aplacar la revuelta. La revuelta es aplastada militarmente en 1568, sin embargo comienza de nuevo en 1572 y Felipe II decide sustituirlo en 1573. Corona su dilatada carrera militar como general en la invasión de Portugal (1580), a sus 73 años y en la que tiene que ser llevado en litera a causa de la gota. Al término de la campaña militar fue nombrado virrey de Portugal, cargo que ocupó hasta su muerte, acaecida en 1582.
Cuando tuvo el mando conjunto del ejército en campaña, a partir de 1546, trató siempre de evitar la batalla ante un enemigo igual o superior a él, agotándole con marchas y contramarchas, encamisadas y continuas escaramuzas; Así ocurrió en las campañas de Alemania (1546-1547), las de Italia (1556-1557), y los Países Bajos (1568 y 1572). Cuando se sabía superior era implacable, perseguía al enemigo y lo aplastaba, como en Jemmingen (1568) o la campaña de Portugal (1580). Sólo algunos asedios se le resistieron: Metz (1552-1553) y Alkmaar (1573), aunque en éste último no tuvo el mando directo de las operaciones, sí que fue bajo su gobernación. (Grabado de Frans Huys)
"Y entró a tomar la posesión de ella por el Emperador, don Fernando de Toledo, nieto y sucesor del duque de Alba. El cual, siendo muy mozo, que aún no tenía veinte años, por servir a su rey, sin licencia de su abuelo se había venido al campo y peleado como valiente caballero."
Participa como voluntario en el socorro de Viena (1532). En la expedición de Túnez (1535) mandó un cuerpo de ejército en la retaguardia; en la tercera guerra del Emperador con Francia, mandó los "hombres de armas" o caballería pesada en la vanguardia, durante la campaña de invasión de Provenza (1536); y en la expedición a Argel (1541) tuvo el mando de los lansquenetes alemanes. En la cuarta guerra con Francia, fortificó Perpiñán y Pamplona, poco antes del asedio de los franceses a la primera (1542). Tuvo el mando del ejército imperial en la Guerra de Esmalcalda (1546-1547) y en la quinta guerra con Francia hasta el malogrado asedio de Metz (1552-1553). En el marco de esta guerra es designado como General y Superintendente imperial de Italia, poniendo a punto las fortificaciones y las defensas del Ducado de Milán (1555); para luego ser designado virrey de Nápoles (1555-1556), al ser amenazada ésta por el papa Paulo IV, quien aliado con Francia, pretendía expulsar a los españoles de la Península italiana. Alba invade los Estados Pontificios, se apoderó de Ostia y se plantó ante Roma, obligando al Papa a firmar una tregua (1556). Al año siguiente, Alba defendió Nápoles de un ejército franco-pontificio al mando del duque de Guisa, y plantándose de nuevo ante Roma, Alba intenta asaltarla realizando una "encamisada", el cronista Luis Cabrera de Córdoba lo cuenta, señalando el "santo y seña" acordado para la acción:
"Aunque no tenía intento de asaltar la ciudad, con gran artificio dijo a Ascanio de la Corgna y a los capitanes habia de ir a una facción (...) y entrando en la ciudad el nombre para conocerse fuese libertad, llevasen camisas sobre las armas (...) Envió adelante a Ascanio de la Corgna y a los capitanes Mosquera y Palacios con trescientos infantes con escalas de muro y algunos caballos, para que después de media noche ocupasen a Puerta-mayor. (...)"
Pero la ciudad estaba prevenida y la encamisada es abortada. En fin, el Papa tuvo que rendirse, entrando el duque de Alba triunfante en la Ciudad Eterna.
Ante la rebelión de los Países Bajos, Alba es nombrado Gobernador (1567-1573) y es puesto a cargo de un ejército español que debía de conducir para aplacar la revuelta. La revuelta es aplastada militarmente en 1568, sin embargo comienza de nuevo en 1572 y Felipe II decide sustituirlo en 1573. Corona su dilatada carrera militar como general en la invasión de Portugal (1580), a sus 73 años y en la que tiene que ser llevado en litera a causa de la gota. Al término de la campaña militar fue nombrado virrey de Portugal, cargo que ocupó hasta su muerte, acaecida en 1582.
Cuando tuvo el mando conjunto del ejército en campaña, a partir de 1546, trató siempre de evitar la batalla ante un enemigo igual o superior a él, agotándole con marchas y contramarchas, encamisadas y continuas escaramuzas; Así ocurrió en las campañas de Alemania (1546-1547), las de Italia (1556-1557), y los Países Bajos (1568 y 1572). Cuando se sabía superior era implacable, perseguía al enemigo y lo aplastaba, como en Jemmingen (1568) o la campaña de Portugal (1580). Sólo algunos asedios se le resistieron: Metz (1552-1553) y Alkmaar (1573), aunque en éste último no tuvo el mando directo de las operaciones, sí que fue bajo su gobernación. (Grabado de Frans Huys)
GOBERNADOR DE LAS ARMAS
Cargo creado tardíamente en 1631, el Gobernador de las Armas era el segundo en el mando tras el Capitán General. El cargo se instauró para tener un mando superior al Maestre de Campo General, al Capitán General de la Caballería y al Capitán General de la Artillería. Podía ostentar tanto el mando único de un ejército de operaciones, como el de la totalidad del ejército en caso de ausencia del Capitán General.
En 1640, el cargo se otorgó dos veces, con el fin de cubrir el frente francés. De 1642 a 1644 el cargo no se proveyó, debido probablemente a los constantes conflictos de preeminencia que se originaban sobre todo con el Maestre de Campo General.
Gobernador de las Armas del Ejército de Flandes (1631-1648) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Año | Nombre | Notas | |||
1631 | Alvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz | ||||
1633 | Francisco de Moncada, Marqués de Aytona | ||||
1635 | Príncipe Tomás de Saboya | ||||
1640 | Felipe de Silva | Francia | |||
1640 | Conde Paul-Bernard de Fontaine | ||||
---- | ------ | ||||
1644 | Octavio Piccolomini, Duque de Amalfi | ||||
1648 | Alonso Pérez de Vivero, Conde de Fuensaldaña |
Octavio Piccolomini (Ottavio Piccolomini d'Aragona): Pertenecía a la misma familia toscana de la que formó parte el papa Pío II. Comenzó su carrera militar en 1616 como piquero al servicio de España, y pasó en 1618 al servicio del Imperio Germánico, con la fuerza expedicionaria toscana, como capitán de coraceros, donde permanecerá al mando siempre de tropas de caballería. Combatió en la batalla de la Montaña Blanca (1620), y ascendió rápidamente por la protección que le dispensó el general del ejército imperial, Albrecht von Wallenstein, desde 1628. Como coronel de un regimiento de coraceros imperial tuvo un papel destacado en la guerra por la sucesión de Mantua y Monferrato (1627-1630).
También se distinguió en Lützen (1632), y participó junto con Gallas en la caída en desgracia y asesinato de Wallenstein (1634), elaborando informes que lo presentaban como traidor al Emperador. El poder obtenido por Wallenstein, y su autonomía para alianzas o tratados de paz, lo habían convertido en un peligro para el Sacro Imperio Germánico. Piccolomini se apresuró a pedir su recompensa y fue uno de los principales beneficiarios del asesinato de Wallenstein y sus camaradas. Posteriormente Piccolomini se distinguió en Nördlingen y ocupó Franconia (1634).
Como general de un ejército auxiliar imperial salvó la situación creada en Flandes por la invasión simultánea de los ejércitos francés y holandés en 1635, levantando el sitio de Lovaina; y logró distinguirse en la invasión de Francia del año siguiente. Después su ejército imperial colabora con el ejército de Flandes en Luxemburgo y en la recuperación de Maubeuge (1637). En 1638 se distinguió con la fuerza auxiliar imperial en el socorro de Saint-Omer. Pero su mayor victoria fue la de Thionville (1639), que le valió del rey Felipe IV el ducado de Amalfi.
También se distinguió en Lützen (1632), y participó junto con Gallas en la caída en desgracia y asesinato de Wallenstein (1634), elaborando informes que lo presentaban como traidor al Emperador. El poder obtenido por Wallenstein, y su autonomía para alianzas o tratados de paz, lo habían convertido en un peligro para el Sacro Imperio Germánico. Piccolomini se apresuró a pedir su recompensa y fue uno de los principales beneficiarios del asesinato de Wallenstein y sus camaradas. Posteriormente Piccolomini se distinguió en Nördlingen y ocupó Franconia (1634).
Como general de un ejército auxiliar imperial salvó la situación creada en Flandes por la invasión simultánea de los ejércitos francés y holandés en 1635, levantando el sitio de Lovaina; y logró distinguirse en la invasión de Francia del año siguiente. Después su ejército imperial colabora con el ejército de Flandes en Luxemburgo y en la recuperación de Maubeuge (1637). En 1638 se distinguió con la fuerza auxiliar imperial en el socorro de Saint-Omer. Pero su mayor victoria fue la de Thionville (1639), que le valió del rey Felipe IV el ducado de Amalfi.
A finales de 1639, el Emperador reclamó la presencia de Piccolomini y su ejército, abandonando los Países Bajos, a pesar de los intentos de Madrid por retenerlo en Flandes. Piccolomini expulsó a los suecos de Bohemia (1640); organizó la defensa de Ratisbona, amenazada por los suecos, y fue derrotado por ellos en Wolfenbüttel (1641). Fue nombrado general del ejército de Silesia, cuyos restos reunió y reorganizó; junto al archiduque Leopoldo socorrió Brzeg y asedió infructuosamente Glogów; finalmente al intentar socorrer Leipzig, fue derrotado en la segunda batalla de Breitenfeld (1642).
Al ser nombrado Gallas general en jefe de las tropas imperiales (1643), Piccolomini pidió licencia para pasar a España.
Desde 1635, la presencia del ejército auxiliar imperial de Piccolomini en Flandes se había asociado siempre con éxitos militares, y después de la batalla de Thionville se iniciaron intensas negociaciones para traerle al servicio de España. El Conde-duque de Olivares refería que "Y a Picolomini compradle a cualquier precio para antes de la primavera, aunque se le deje andar en Alemania dos o tres meses..." (Consulta, 23 de octubre de 1639)
Las negociaciones se alargaron, y, tras la batalla de Rocroi (1643), se consideró imprescindible la presencia de Piccolomini en los Países Bajos españoles para enderezar la situación: Se accedió a sus condiciones y, tras una estancia en Zaragoza, Piccolomini embarca en Pasajes y llega a Flandes en mayo de 1644. De 1644 a 1647 ejerció el cargo de "Gobernador general de las armas y ejércitos de su Majestad Católica en los Estados de Flandes".
En la campaña de 1644 se perdió la plaza de Gravelinas, pero su prestigio no disminuyó. Pero al inicio de la campaña de 1645 comienza una sucesión de desastres: En unos meses se perdieron Mardick, Bourbourg, Béthune, Saint-Venant, Cassel, Lillers, Armentières, Lens, Hulst... Piccolomini permaneció inactivo por temor de desamparar las demás plazas, el ejército auxiliar del Duque de Lorena, que sumaba la mitad de las fuerzas de las que disponía, rara vez colaboraba, faltaba dinero, y algunas de las plazas se rendían sin lucha. En la campaña de 1646 se perdió Dunkerque, Piccolomini echaba las culpas al Duque de Lorena, que le quitaba su mando efectivo. La campaña de 1647 fue algo más positiva y se recuperaron algunas plazas, pero Madrid ya buscaba sustituto para Piccolomini.
Vuelto al servicio del Emperador en 1648, al terminar la guerra de los 30 años era General en jefe de las tropas imperiales y presidió, como delegado imperial, el Congreso de Nuremberg (Nürnberg) para el tratado de paz de 1649-1650. Piccolomini tendrá a su cargo el supervisar la desmovilización de los ejércitos en Europa central. Murió en Viena en 1656 y está enterrado en la Servitenkirche. (Theatrum Europaeum, Merian)
MAESTRE DE CAMPO GENERAL
El Maestre de Campo General era el oficial de mayor rango de toda la infantería del Ejército de Flandes. También, hasta la instauración en 1631 del cargo de Gobernador de las Armas, era el segundo en el mando del Capitán General o su "mano derecha". Por lo cual, hasta 1631, pudo asumir el mando de un ejército de operaciones, como las funciones del Capitán General en ausencia o incapacidad de éste.
Como segundo en el mando del Ejército de Flandes, el Maestre de Campo General tenía que tener aptitudes y experiencia de carácter militar, siendo muchas veces el verdadero consejero en materia militar del Capitán General.
Maestre de Campo General del Ejército de Flandes (1567-1648) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Año | Nombre | Notas | |||
1567 | Jean de Ligne, Conde de Aremberg | (interino) + en combate |
|||
1568 | Chapín Vitelli, Marqués de Cetona | ||||
1568 | Fadrique Alvarez de Toledo, Duque de Huéscar | Gral.Inf. española (hasta 1573) |
|||
1573 | Francisco de Valdés | Holanda (hasta 1575) |
|||
1575 | Conde Pedro-Ernesto de Mansfeld | ||||
1588 | Valentín de Pardieu, señor de La Motte | (interino) | |||
1590 | Valentín de Pardieu, señor de La Motte | Francia (hasta 1593) |
|||
1593 | Conde Carlos de Mansfeld | Francia | |||
1594 | Chrêtien de Savigny, Marqués de Rosnes | (interino) + en combate |
|||
1596 | Philibert de Rye, Barón de Balançon y Conde de Varax | (interino) + en combate |
|||
1598 | Conde Federico van den Bergh | (interino) | |||
1603 | Ambrosio Espínola, Marqués de Los Balbases | ||||
1628 | Conde Enrique van den Bergh | (interino) | |||
1631 | Carlos Coloma | ||||
1631 | Lelio Brancaccio, Marqués de Montesilvano | ||||
1633 | Francisco Gómez de Sandoval, Duque de Lerma | ||||
1635 | Manuel Pimentel, Conde de Feira | ||||
1635 | Claude de Lannoy, Conde de La Motterie | Francia (hasta 1638) |
|||
1639 | Juan Claros de Guzmán, Marqués de Fuentes | Francia (hasta 1640) |
|||
1640 | Antonio Gómez Dávila y Toledo, Marqués de Velada | ||||
1640 | Andrea Cantelmo | Francia (hasta 1641) |
|||
1641 | Barón Jean de Beck | Francia (hasta 1642) |
|||
1642 | Barón Jean de Beck | ||||
1642 | Conde Paul-Bernard de Fontaine | Francia (hasta 1643) + en combate |
|||
1643 | Andrea Cantelmo | ||||
1643 | Barón Jean de Beck | Luxemburgo (hasta 1645) |
|||
1644 | Conde Ernesto de Isenburg | ||||
1644 | Alonso Pérez de Vivero, Conde de Fuensaldaña | Francia (hasta 1646) |
|||
1645 | Barón Jean de Beck | (hasta 1648) + en combate |
|||
1646 | Luis Carrillo de Benavides y Toledo, Marqués de Caracena | Francia (hasta 1648) |
|||
1648 | Carlos Guasco, Marqués de Salario y Príncipe de Lixheim | ||||
1649 | Ghislain de Brias, Marqués de Molinghien |
Enrique van den Bergh (Hendrik van den Bergh): Flamenco de origen, pertenecía a una familia de militares que estaba al servicio de España desde el año 1584, después de haber luchado por la causa del Príncipe de Orange. Inició su carrera militar en 1588, sirviendo “cinco años en la infantería y nueve de capitán de 300 corazas y con ellas sirve al presente” (Valladolid, 1602).
En 1595, estando con su compañía de caballería en Weert, fue sorprendido por Mauricio de Nassau, que lo hizo prisionero, obteniendo su libertad unos meses después mediante rescate. Tomó parte en la campaña que el Almirante de Aragón hizo contra Bommel (1599). Todavía era capitán de caballería en 1606 cuando Espínola le otorgó el gobierno de la plaza de Grol (Groenló), al ser capturada a los holandeses. El defendió la plaza contra Mauricio, que trató de recuperarla. Al año siguiente, estando en Erckelen con sus hombres fue de nuevo sorprendido, esta vez por el conde Enrique de Nassau, que entró la plaza por sorpresa, capturando a Van den Bergh. Una vez más, fue puesto en libertad al poco tiempo.
En 1614 formó parte de la expedición que Espínola dirigió al ducado de Cleves-Juliers y que se apoderó de la plaza de Wesel. Fue nombrado Teniente-general de la Caballería de Flandes (1615) y permaneció en el ducado de Cleves-Juliers hasta 1616, sometiendo algunos emplazamientos fortificados. Desde 1618 ocupó el cargo de gobernador de Gueldres.
En 1620 participa en la campaña de Espínola en el Palatinado. En 1621 se adentró con Espínola en el ducado de Juliers (Jülich), y con un cuerpo de ejército se apoderó de la fortaleza de Rheidt y de otras más, incluida la propia Juliers, tras un asedio de 5 meses (1621-1622). Más tarde, mientras Espínola asediaba Bergen-op-Zoom, Van den Bergh capturó Goch y Papenmutz (1622). En 1624 se adentró en las Provincias Unidas desde Gueldres, cruzando el río Ijssel, y se apoderó del castillo de Brouchorst, abrió fuego sobre Arnhem, y saqueó el castillo de Karnem (Kernhem). Posteriormente capturó las plazas de Cleves y Gennep. En 1625 organizó y guió los convoyes de víveres para las tropas sitiadoras de Breda.
Al año siguiente, atacó por sorpresa, cerca de Vinen, un campamento de caballería holandés al mando del conde Stirum, capturando al conde, a un centenar de sus hombres y 4 banderas. Se le otorgó el cargo de General de la artillería de Flandes, siendo relegado de la provisión de General de la caballería de Flandes, cargo más importante en el escalafón del alto mando y que consideraba le correspondía al ostentar la tenencia de la caballería.
Posteriormente fracasó en socorrer la plaza de Grol (1627), acto por el que se responsabilizó primero al marqués de Campolataro (por un incidente de preeminencia con los españoles, que originó retrasos y que no se atacase un convoy holandés que abasteció a los sitiadores), en segunda instancia a Van den Bergh (por la tardanza en el socorro y como responsable del ejército de operaciones) y, por último, a Espínola (por su inactividad). Finalmente, la Infanta Isabel Clara Eugenia postergó las investigaciones de lo ocurrido para no levantar susceptibilidades entre la nobleza de los Países Bajos.
Tras la marcha de Espínola a España, asumió la jefatura del ejército entre 1628 y 1630. En la campaña de 1629, Van den Bergh se adentró de nuevo en las Provincias Unidas desde Gueldres, para distraer a Federico-Enrique de Orange, que sitiaba a Bois-le-Duc (s'Hertogenbosch). Cruzando el Ijssel otra vez, junto con un ejército auxiliar imperial al mando de Raimondo Montecuccoli, tomaron Amersfoort, plaza que hubo que abandonar poco después, al tomar los holandeses por sorpresa Wesel. Esta vez a Van den Bergh se le acusó de haber realizado la estéril maniobra de distracción en lugar de haber socorrido directamente a Bois-le-Duc.
Para la campaña de 1631 fue nombrado Maestre de campo general, junto a Carlos Coloma y a Lelio Brancaccio. En 1632, alegando el recelo de los militares castellanos a obedecerle y el haberse visto relegado siempre en los cargos de responsabilidad por personas menos válidas que él, decidió huir a las Provincias Unidas, provocando la defección de algunas guarniciones que también se pasaron al enemigo, y facilitando la entrega casi sin lucha
de Venló y Roermond a los holandeses. Al servicio de las Provincias Unidas de los Países Bajos, Van den Bergh fue gobernador de Gueldres (1632-1637). En la pintura porta la banda de general anudada al brazo y el bastón de mando en una de sus manos. (Anton van Dyck, Museo del Prado)
En 1595, estando con su compañía de caballería en Weert, fue sorprendido por Mauricio de Nassau, que lo hizo prisionero, obteniendo su libertad unos meses después mediante rescate. Tomó parte en la campaña que el Almirante de Aragón hizo contra Bommel (1599). Todavía era capitán de caballería en 1606 cuando Espínola le otorgó el gobierno de la plaza de Grol (Groenló), al ser capturada a los holandeses. El defendió la plaza contra Mauricio, que trató de recuperarla. Al año siguiente, estando en Erckelen con sus hombres fue de nuevo sorprendido, esta vez por el conde Enrique de Nassau, que entró la plaza por sorpresa, capturando a Van den Bergh. Una vez más, fue puesto en libertad al poco tiempo.
En 1614 formó parte de la expedición que Espínola dirigió al ducado de Cleves-Juliers y que se apoderó de la plaza de Wesel. Fue nombrado Teniente-general de la Caballería de Flandes (1615) y permaneció en el ducado de Cleves-Juliers hasta 1616, sometiendo algunos emplazamientos fortificados. Desde 1618 ocupó el cargo de gobernador de Gueldres.
En 1620 participa en la campaña de Espínola en el Palatinado. En 1621 se adentró con Espínola en el ducado de Juliers (Jülich), y con un cuerpo de ejército se apoderó de la fortaleza de Rheidt y de otras más, incluida la propia Juliers, tras un asedio de 5 meses (1621-1622). Más tarde, mientras Espínola asediaba Bergen-op-Zoom, Van den Bergh capturó Goch y Papenmutz (1622). En 1624 se adentró en las Provincias Unidas desde Gueldres, cruzando el río Ijssel, y se apoderó del castillo de Brouchorst, abrió fuego sobre Arnhem, y saqueó el castillo de Karnem (Kernhem). Posteriormente capturó las plazas de Cleves y Gennep. En 1625 organizó y guió los convoyes de víveres para las tropas sitiadoras de Breda.
Al año siguiente, atacó por sorpresa, cerca de Vinen, un campamento de caballería holandés al mando del conde Stirum, capturando al conde, a un centenar de sus hombres y 4 banderas. Se le otorgó el cargo de General de la artillería de Flandes, siendo relegado de la provisión de General de la caballería de Flandes, cargo más importante en el escalafón del alto mando y que consideraba le correspondía al ostentar la tenencia de la caballería.
Posteriormente fracasó en socorrer la plaza de Grol (1627), acto por el que se responsabilizó primero al marqués de Campolataro (por un incidente de preeminencia con los españoles, que originó retrasos y que no se atacase un convoy holandés que abasteció a los sitiadores), en segunda instancia a Van den Bergh (por la tardanza en el socorro y como responsable del ejército de operaciones) y, por último, a Espínola (por su inactividad). Finalmente, la Infanta Isabel Clara Eugenia postergó las investigaciones de lo ocurrido para no levantar susceptibilidades entre la nobleza de los Países Bajos.
Tras la marcha de Espínola a España, asumió la jefatura del ejército entre 1628 y 1630. En la campaña de 1629, Van den Bergh se adentró de nuevo en las Provincias Unidas desde Gueldres, para distraer a Federico-Enrique de Orange, que sitiaba a Bois-le-Duc (s'Hertogenbosch). Cruzando el Ijssel otra vez, junto con un ejército auxiliar imperial al mando de Raimondo Montecuccoli, tomaron Amersfoort, plaza que hubo que abandonar poco después, al tomar los holandeses por sorpresa Wesel. Esta vez a Van den Bergh se le acusó de haber realizado la estéril maniobra de distracción en lugar de haber socorrido directamente a Bois-le-Duc.
Para la campaña de 1631 fue nombrado Maestre de campo general, junto a Carlos Coloma y a Lelio Brancaccio. En 1632, alegando el recelo de los militares castellanos a obedecerle y el haberse visto relegado siempre en los cargos de responsabilidad por personas menos válidas que él, decidió huir a las Provincias Unidas, provocando la defección de algunas guarniciones que también se pasaron al enemigo, y facilitando la entrega casi sin lucha
de Venló y Roermond a los holandeses. Al servicio de las Provincias Unidas de los Países Bajos, Van den Bergh fue gobernador de Gueldres (1632-1637). En la pintura porta la banda de general anudada al brazo y el bastón de mando en una de sus manos. (Anton van Dyck, Museo del Prado)
CAPITAN GENERAL DE CABALLERIA
El Capitán General de la Caballería ostentaba el mando supremo de la toda la caballería del Ejército de Flandes. Al igual que el Maestre de Campo General, se le suponía el tener experiencia militar y ciertas aptitudes castrenses. En determinadas ocasiones podía llegar a tener un mando único de un cuerpo de ejército de operaciones.
Capitán General de la Caballería del Ejército de Flandes (1567-1648) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Año | Nombre | Notas | |||
1567 | Hernando Alvarez de Toledo, Prior de San Juan | ||||
1572 | Juan de Mendoza Sarmiento | (interino) + en acción |
|||
1574 | Alonso de Vargas | (interino) | |||
1578 | Octavio Gonzaga | ||||
1580 | Juan Bautista del Monte | (interino) | |||
1580 | Roberto de Melun, Marqués de Roubaix | + en combate | |||
1585 | Alfonso Dávalos de Aragón, Marqués del Vasto | ||||
1590 | Rodrigo de Silva, Duque de Pastrana | ||||
1593 | Alonso de Idiáquez, Conde de Biandrina | Francia |
|||
1597 | Francisco de Mendoza, Almirante de Aragón | ||||
1602 | Luis de Velasco, Conde de Salazar | ||||
1626 | Diego Mejía de Guzmán, Marqués de Leganés | ||||
1631 | Conde Juan de Nassau | ||||
1635 | Charles-Albert de Longueval, Conde de Bucquoy | Francia (hasta 1636) |
|||
1638 | Felipe de Silva | (interino) | |||
1642 | Antonio Gómez Dávila y Toledo, Marqués de Velada | ||||
1642 | Charles-Albert de Longueval, Conde de Bucquoy | Gral. B.d'ordonnance Francia (hasta 1643) |
|||
1643 | Francisco Fernández de la Cueva, Duque de Alburquerque | ||||
1643 | Claude Lamoral, Príncipe de Ligne | Gral. B.d'ordonnance Francia (hasta 1646) |
|||
1644 | Charles-Albert de Longueval, Conde de Bucquoy | (interino) | |||
1644 | Luis de Benavides Carrillo y Toledo, Marqués de Caracena | ||||
1646 | Charles-Albert de Longueval, Conde de Bucquoy | Francia (hasta 1649) |
|||
1646 | Claude Lamoral, Príncipe de Ligne | (hasta 1659) |
CAPITAN GENERAL DE ARTILLERIA
El Capitán General de la Artillería poseía el mando superior de la artillería del Ejército de Flandes. Se le suponía ciertos conocimientos en poliorcética e ingeniería de asedio, así como el despliegue de los trenes de artillería en las batallas y en los cercos de las plazas. También en determinadas ocasiones podía operar de manera independiente con un cuerpo de ejército.
Capitán General de la Artillería del Ejército de Flandes (1567-1648) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Año | Nombre | Notas | |||
1567 | Charles de Brimeu, Conde de Meghem | ||||
1572 | Jacques de la Cressonière | + en combate | |||
1572 | Valentín de Pardieu, señor de La Motte | (interino) | |||
1573 | Louis de Blois, señor de Trélon | ||||
1577 | Conde Gilles de Berlaymont, señor de Hierges | + en combate | |||
1579 | Valentín de Pardieu, señor de La Motte | ||||
1581 | Conde Carlos de Mansfeld | ||||
1582 | Valentín de Pardieu, señor de La Motte | ||||
1585 | Conde Carlos de Mansfeld | ||||
1590 | Valentín de Pardieu, señor de La Motte | + en combate | |||
1595 | Philibert de Rye, Barón de Balançon y Conde de Varax | + en combate | |||
1597 | Pieter de Henin-Liètard, Conde de Bossu | ||||
1598 | Luis de Velasco, Conde de Salazar | ||||
1602 | Charles Bonaventure de Longueval, Conde de Bucquoy | ||||
1618 | Iñigo de Borja | ||||
1622 | Diego Mejía de Guzmán, Marqués de Leganés | ||||
1626 | Conde Enrique van den Bergh | ||||
1631 | Claude de Rye, Barón de Balançon | ||||
1638 | Conde Paul-Bernard de Fontaine | ||||
1638 | Andrea Cantelmo | Francia (hasta 1640) |
|||
1640 | Enrique de Alagón y Pimentel, Conde de Fuenclara | ||||
1640 | Alonso Pérez de Vivero, Conde de Fuensaldaña | Francia (hasta 1642) |
|||
1641 | Andrea Cantelmo | ||||
1643 | Sigismondo Esfrondato, Marqués de Montafia | ||||
1643 | Alvaro de Melo | Francia (hasta 1644) |
|||
1644 | Sigismondo Esfrondato, Marqués de Montafia | ||||
1644 | Jacques-Nicolás de la Baume, Conde de Saint-Amour | Francia (hasta 1645) |
|||
1645 | Jacques-Nicolás de la Baume, Conde de Saint-Amour | (hasta 1647) | |||
1645 | Charles-Albert de Longueval, Conde de Bucquoy | Francia (hasta 1646) |
|||
1646 | Esteban de Gamarra y Contreras | Francia (hasta 1648) |
|||
1647 | Sigismondo Esfrondato, Marqués de Montafia | (hasta 1652) + en combate |
|||
1648 | Jacques-Nicolás de la Baume, Conde de Saint-Amour | Francia |