domingo, 29 de enero de 2017

Bandera de los tercios de Flandes, hacia 1600-1630


En un cuadro de Pauwels van Hillegaert que representa a Mauricio de Nassau, Capitán General del ejército de las Provincias Unidas y futuro Príncipe de Orange, en la primera batalla de las Dunas (1600), se muestra una bandera hispánica con el campo dividido en tres franjas horizontales con los colores en orden amarillo-blanco-rojo.
La bandera es similar en forma y diseño a la descrita en una entrada anterior, en la que era atribuida a la Armada hispánica o a la Armada de Flandes.

El cuadro está lleno de detalles, como los capellanes militares que -crucifijo en mano- bendicen a las tropas hispánicas y rezan durante el combate.



La pintura muestra en primer plano la retirada de varios soldados hispánicos de infantería y caballería. Aquí es donde se muestra un alférez, o el abanderado de éste, con el agua a la cintura, con una faja colorada y su gorro caído con una pluma roja, portando la dicha bandera.



Si bien la pintura conmemora la batalla de las Dunas del año 1600, el cuadro fue elaborado 30 años después. La bandera pudiera ser descrita a Hillegaert por testigos de la batalla, o ser uno de los trofeos conservados por los holandeses de la misma. También podría tratarse de una bandera del Ejército de Flandes de esa década de los años 30 del siglo XVII, descrita al autor por soldados holandeses.
La bandera pudiera estar representando alguna de las unidades valonas que participaron en la batalla al servicio de la Monarquía española, como los regimientos de Bucquoy y de La Barlotte. En cuanto el orden de los colores parece que variaba, ya que es distinto a los descritos en la entrada anterior.




Esto parece mostrar que el uso de este tipo de bandera pudiera ser más normalizado no sólo en la mar sino también en el Ejército de Flandes, y que coexistiría perfectamente con las banderas hispánicas de infantería más generalizadas que portaban la cruz de San Andrés o "aspa" de Borgoña en su campo.

domingo, 15 de enero de 2017

Mapa de los puertos flamencos de la Armada de Flandes, hacia 1638


El siguiente mapa muestra los principales puertos de la costa flamenca, usados como base de operaciones por la Armada de Flandes, en 1638:


  1-Nieuport, el puerto principal hasta la captura de Ostende en 1604, en que pasó a ser el segundo en importancia. Retomada por Alejandro Farnesio en 1583. Soportó un breve asedio holandés en 1600, durante las operaciones de Mauricio de Nassau por conquistar los enclaves corsarios flamencos. En 1647, los franceses -al mando del mariscal Rantzau- trataron de sitiarla, capturando el fuerte exterior de Nieuwendam, pero fueron rechazados. En 1658, tras la tercera batalla de las Dunas, los franceses del mariscal Turena volvieron a amenazar la plaza.

  2-Dunkerque, inutilizado por los bancos de arena, fue un puerto secundario hasta el acondicionamiento de Dunkerque-Mardick en 1622, que lo convirtió en el principal puerto de la Armada de Flandes. Reconquistada por Farnesio en 1583. En 1629 repelió un ataque de la escuadra holandesa de bloqueo; algunos marineros neerlandeses, que desembarcaron en la costa de Mardick, fueron empujados a los botes de desembarco por la caballería enviada desde Dunkerque. En 1646, un ejército francés, al mando del Príncipe de Condé, la conquistó tras un mes de asedio, con la ayuda de la flota holandesa del almirante Tromp. En 1652, el archiduque Leopoldo-Guillermo la recupera tras un corto asedio. Por último, en 1658, un ejército anglo-francés, al mando del vizconde de Turena, sitia de nuevo la plaza, la cual capitula tras la malograda batalla dada en sus cercanías con el objeto de socorrerla.

  3-Blankenberge, pequeño puerto pesquero, actuó de modo auxiliar. En 1583 se entregó a Farnesio. En 1591, el gobernador de Ostende, Sir Edward Norris, la asaltó e incendió parte de la población. Un mes más tarde Farnesio recupera el fuerte y la ciudad.

  4-La Esclusa (Sluis o Sluys), base de la escuadra de galeras de Flandes. Fue conquistada en 1587 por Farnesio, tras un duro asedio entre los canales, diques y el agua. Finalmente la plaza es recuperada por las Provincias Unidas, tras un asedio impuesto por Mauricio de Nassau en 1604. En 1606, un contingente hispánico, al mando del señor Du Terrail, realizó un ataque nocturno por sorpresa, que fue rechazado. En 1621, tras el fin de la Tregua de los doce años, los hispánicos -al mando del gobernador de Amberes, don Iñigo de Borja- intentaron de nuevo recuperarla sin éxito.

  5-Ostende, recuperado tras un largo y costoso asedio (1601-1604), era el puerto principal hasta 1622, en que pasó a ser el segundo en importancia tras Dunkerque. En 1658, el gobernador de Boulogne, el mariscal D'Aumont, intentó capturarla por sorpresa, pero una emboscada en el puerto hizo que el mariscal y muchos de sus hombres fueran capturados. En 1664, tras la pérdida de Dunkerque y el decrecimiento de las operaciones de la Armada de Flandes en el Mediterráneo, el Almirantazgo volvió a establecerse en Ostende.

  6-Mardick, puerto auxiliar de Dunkerque, fue habilitado y fortificado en 1622, para proteger la entrada del lado oeste de Dunkerque. En 1629 rechazó un ataque de la escuadra holandesa de bloqueo, que llegó incluso a desembarcar algunos marineros en la costa. En 1645 los franceses, al mando del duque de Orleans, la tomaron tras un corto asedio. A finales del año, un ataque sorpresa nocturno desde Dunkerque de un contingente hispánico, al mando de don Fernando de Solís, recuperó la plaza. Sin embargo, los franceses, al mando del duque de Orleans, la recuperaron al año siguiente, colaborando en ello la flota holandesa del almirante Tromp. En 1652 el Ejército de Flandes ocupó la plaza. Finalmente, en 1657, un ejército anglo-francés, al mando del vizconde de Turena, sitia la plaza, la cual capitula a los pocos días. Al mes siguiente, desde Dunkerque, don Juan José de Austria trató de recuperarla, pero la operación fue rechazada por la guarnición inglesa.

  7-Gravelinas, pequeño puerto auxiliar al principio, en 1637 comienzan las obras de ensanche del puerto y para cavar un canal más directo que permitiese el acceso de los navíos de alto bordo a la ciudad, haciéndose operativo al año siguiente. Los franceses intentaron entorpecer las obras mediante varios ataques, que fueron repelidos. En 1644, un ejército francés, al mando del duque de Orleans, conquistó la plaza tras un sangriento asedio, con la ayuda de una escuadra holandesa. En 1652, el archiduque Leopoldo la reconquista tras un nuevo sitio. En 1658, los franceses, al mando del mariscal La Ferté, tomaron la plaza definitivamente tras un breve asedio.