lunes, 10 de diciembre de 2018

El Ejército hispánico de Flandes en la batalla de Rocroi


La guerra contra Francia -iniciada en el año 1635, como vimos en la entrada anterior- continuó con suerte desigual en los distintos frentes de operaciones: el flamenco, el italiano y el peninsular. Mientras que en el frente de los Países Bajos, o flamenco, España tenía que combatir a franceses y neerlandeses, Francia intervenía en Alemania en apoyo de los suecos, teniendo que combatir a imperiales y españoles. 
España y Francia realizaron un enorme sobreesfuerzo en lo económico como en lo militar, con el fin de rendir al contrario. La presión fiscal y el aumento de las reclutas produjo levantamientos nobiliarios y campesinos en Francia, y los levantamientos de Cataluña, Portugal y Nápoles en España, en todos los cuales se tuvieron que emplear tropas reales para intentar sofocarlos. (Ver NOTA1 de La batalla de Edgehill).

El frente de los Países Bajos continuó con la enorme dificultad para España de combatir a los holandeses por el norte y a los franceses por el sur. Durante la campaña de 1637, un ejército francés, al mando del Cardenal de la Valette, inicia una ofensiva en el sur de Flandes, tomando varias plazas: Cateau-Cambrésis (junio); Landrecies (julio); Maubeuge (agosto); y La Capelle (o La Chapelle, septiembre). Pero una contraofensiva del Cardenal-Infante don Fernando de Austria, gobernador de los Países Bajos españoles, obliga a los franceses a evacuar Maubeuge.
Mientras el Ejército francés de Champaña (Champagne), al mando del mariscal de Châtillon, invadió Luxemburgo, pero tan sólo pudo hacerse con la plaza de Damvillers. Ya que la plaza de Yvoi, capturada por Châtillon al comienzo de la campaña, es recapturada por sorpresa por un contingente hispánico.
Ahora era Francia la que se vengaba de la invasión del año pasado, saqueando y quemando la campiña del sur de Flandes. En carta de C. Pérez al padre Pereyra, de la Compañía de Jesús, se indica:

 "De Flandes avisan lo siguiente: El cardenal de la Valette había entrado en el país de Cambresí [Cambrésis], taló y quemó la campaña seis leguas, arrasó el castillo de Cambresí que no era fuerte (...)"

En la campaña de 1638, el Ejército francés de Picardía, al mando de los mariscales de Châtillon y de Brézé, entró en los Países Bajos y puso sitio a la plaza de Saint-Omer, pero tuvieron que levantar el asedio al ser derrotados por el ejército de socorro hispano-imperial, al mando del Príncipe Tomás de Saboya y de Octavio Piccolomini. 
Pero después los franceses tomaron la pequeña plaza de Renty, y reconquistaron Chatelet, tras casi un mes de asedio, tomándola al asalto, "y degollaron casi todos los españoles y valones que había dentro;" según relata el alférez Lorenzo de Cevallos. 
Y en Alsacia, los mercenarios alemanes al servicio de Francia, al mando de Bernardo de Sajonia-Weimar, toman la ciudad de Breisach, cortando las comunicaciones terrestres de España con los Países Bajos.

Durante la campaña de 1639, un ejército francés, al mando del marqués de La Meilleraye, asedia la plaza de Hesdin, en los Países Bajos. La rendición de la plaza, en junio, le supone a La Meilleraye el nombramiento de "Mariscal de Francia" por el propio rey Luis XIII.
Otro ejército francés, al mando del marqués de Feuquières, opera en el Luxemburgo, poniendo sitio a la plaza fuerte de Thionville (o Diedenhofen, en alemán). Sin embargo, un ejército de socorro hispano-imperial, al mando de Octavio Piccolomini, derrota totalmente a los franceses. Después de la batalla de Thionville, Piccolomini se entretuvo en intentar tomar infructuosamente Mouzon y Mézières.

Estebanillo González, quien en ese tiempo ejercía como sirviente de Piccolomini, presenció la batalla de Thionville, la cual describe en su obra picaresca:

 "Quiso mi ventura que me hallé con mi amo [Piccolomini] al tiempo que, hecho otro segundo dios de las batallas, la venía a dar a el ejército de Francia que nos tenía sitiada y oprimida la dicha villa [Thionville]. (...)
 Yo, estimando la merced (...) me subí en una montaña a dos leguas de ambos campos, a tiempo que cerrando [atacando] mi amo con el del enemigo, obrando prodigios de valor y portentos de bizarría, lo deshizo, venció y arruinó, quedando la villa libre y la campaña por suya, hecha toda ella un cimenterio de finados. (...)
 Salí a recorrer la campaña (...) halléla toda cubierta de cadáveres sangrientos que movían a piedad aun a los mismos homicidas. Vi una multitud de prisioneros, adonde, demás de estar en ellos la mayor parte de la nobleza de Francia, estaban sus más valientes y animosos soldados. Enseñáronme la gran copia de vencidas banderas, mostráronme la gran suma de sus rendidos estandartes, la grandeza de su artillería [capturada] y la riqueza de sus despojos.
 A este tiempo mandó mi amo retirar las piezas [de artillería] y municiones a la villa (...) y llevar todos los prisioneros a Bruselas."

El año 1640 fue aciago para la Corona española, en junio se subleva Cataluña, y Portugal seguirá sus pasos en diciembre. Las rutas para enviar refuerzos a los Países Bajos estaban cortadas tras la derrota naval de las Dunas (1639). En junio, dos ejércitos franceses, al mando de los mariscales de La Meilleraye, de Châtillon y de Chaulnes, continuaron la ofensiva a los Países Bajos españoles, poniendo sitio a la ciudad de Arras, la cual capitula en agosto.

En 1641, el descontento de algunos nobles franceses, el duque de Bouillon y el conde de Soissons -al que vimos luchando en el Somme (1636)-, con la política de Richelieu, propició una rebelión en el Sedán, que fue rápidamente apoyada desde Bruselas. Los nobles franceses descontentos formaron un ejército rebelde que, coaligado con un contingente hispano-imperial, a cargo del general imperial Lamboy, derrotaron al Ejército francés de Champaña del mariscal de Châtillon en La Marfée, cerca de Sedán. Pero el conde de Soissons murió en la batalla, en oscuras circunstancias, perdiéndose el impulso de la rebelión, la cual se finiquitó.
El Ejército francés de Picardía, al mando del mariscal de La Meilleraye, tomó la plaza fuerte de Aire en julio. Sin embargo, un ejército hispano-imperial, al mando del Cardenal-Infante, de Lamboy y del duque de Lorena, consiguieron conquistar Lillers, expulsar a La Meilleraye en agosto, y sitiar la plaza de Aire, la cual volvió a manos españolas en diciembre, tras un duro asedio de 3 meses. 
Tras la derrota de La Marfée, los restos del Ejército de Champaña quedó a cargo del mariscal de Brézé, quien sustituía al depuesto Châtillon. Así, en septiembre, el Ejército de Picardía de La Meilleraye se unió al de Champaña de Brézé, y juntos asediaron y tomaron Lens, La Bassée y Bapaume.

En la campaña de 1642, el portugués Francisco de Melo, el nuevo gobernador de los Países Bajos, reconquistó Lens (abril), tras un breve asedio; y La Bassée (mayo), tras un asedio de más de 2 semanas de duros combates; derrotando posteriormente al Ejército francés de Champaña, al mando del mariscal de Guiche, en la abadía de Honnecourt. 

Para la campaña de 1643, Francisco de Melo penetró de nuevo en Francia, prácticamente con el mismo ejército con el que venció en Honnecourt el año pasado. Rápidamente puso sitio a la plaza de Rocroi (o Rocroy), realizando varios asaltos a las obras exteriores.
Así, el duque de Enghien, a cargo del Ejército francés de Picardía, se unió al Ejército francés de Champaña, al mando del conde de Espenan. Juntos se dirigieron a levantar el asedio a Rocroi: en la batalla que siguió, el Ejército hispánico de Flandes, al mando de Melo, unido al cuerpo del Ejército de Alsacia, al mando del conde de Isenburg, resultó derrotado. La batalla fue muy dura, en una maniobra envolvente, los franceses derrotaron a las unidades de las "naciones" -es decir, italianas, valonas y alemanas- deshaciéndolas u obligándolas a retirarse del campo de batalla. Las unidades españolas acogieron a supervivientes de "las naciones", con los que soportaron varias cargas de los franceses. Finalmente, el duque de Enghien, ante la proximidad de un cuerpo del Ejército de Flandes, al mando del barón de Beck, negocia con los españoles la rendición, la cual se pactó como si se tratase de una plaza sitiada. 
Después de levantar el sitio a Rocroi, el duque de Enghien, al mando de los Ejércitos de Picardía, Champaña y Borgoña, puso sitio a Thionville, la cual rindió en agosto, tras un duro asedio de 2 meses; y capturó la plaza lorenesa de Sierck, siendo ambas plazas fronterizas de Luxemburgo.

Sin embargo en Alemania, en noviembre, un ejército imperial, al mando de Melchior von Hatzfeld, junto con los contingentes bávaros de Franz von Mercy y Jean de Werth, del duque de Lorena, y un pequeño contingente hispánico que había combatido en Rocroi -al mando del vallisoletano Juan de Vivero Menchaca, Teniente-general de la caballería de Flandes- atacaron por sorpresa el campamento francés y el de los mercenarios alemanes al servicio de Francia (los "weimarianos"), situado en Tuttlingen, al mando de Josias Rantzau. El ejército franco-weimariano quedó destruido, y su general Rantzau fue hecho prisionero.


Izquierda: Detalle de un grabado de la batalla de Rocroi (1643), en él se aprecia la pequeña ciudad, de la cual salen varias columnas de humo, producto del bombardeo de los cañones hispanos. (Grabado atribuido a Salomon Savery)
Derecha: Vista por satélite de la actual Rocroi. La pequeña población mantiene la misma fisonomía que tenía la plaza fortificada en el siglo XVII. (Fuente: Google Maps)


En la obra "Museo Militar" (1887), del historiador y militar decimonónico Francisco Barado, se encuentra la composición del Ejército hispánico de Flandes que combatió en la batalla de Rocroi. También se refleja el Orden de Batalla que dispuso el Ejército de Flandes en la jornada: La infantería dividida en varias líneas, siendo la vanguardia formada por los tercios españoles y las unidades italianas; la 2ª línea, formada por las unidades valonas; y la retaguardia, por las unidades mercenarias alemanas. La caballería protegiendo las alas de la infantería, para impedir el flanqueo enemigo.










General: Francisco de Melo, Marqués de Tordelaguna

Segundo: Conde Paul-Bernard de Fontaine (muerto en combate)

Efectivos: (Más de 20.000 soldados, perteneciendo unos 5.000 de ellos a la caballería)


   Tercio español de Jorge Castellví (capturado en combate)
   Tercio español de Fernando de Quesada y Mendoza, Conde de Garcíez (capturado en combate)
   Tercio español de Alburquerque, al mando del Sargento-mayor Juan Pérez de Peralta (capturado en combate)
   Tercio español de Bernardino de Ayala, Conde de Villalba (muerto en combate)
   Tercio español de Antonio de Velandía (muerto en combate)

   Tercio valón de Henri de Brias (o Bryas), Barón de Granges
   Tercio valón de Ambroise de Hornes, Conde de Bassignies
   Tercio valón de Albert François de Croy, Conde de Meghem (herido en combate)
   Tercio valón de Jean-Conrard d'Aubremont, Barón de Ribaucourt
   Tercio valón de Claude Lamoral, Príncipe de Ligne

   Tercio borgoñón de Jacques-Nicolás de la Baume, Conde de Saint-Amour
  
   Tercio italiano de Alfonso Strozzi
   Tercio italiano de Luigi Visconti
   Tercio italiano de Giovanni degli Ponti

   Regimiento alemán de Giulio Antonio Frangipani
   Regimiento alemán de Jacques Rennier de Rouveroy
   Regimiento alemán de Ottavio Guasco
   Regimiento alemán de Charles de Gavre, Barón d'Hembise
   Regimiento alemán del Barón Johann von Rittberg (herido de gravedad y capturado en combate)

  
Caballería de Flandes al mando de Francisco Fernández de la Cueva, Duque de Alburquerque

Caballería de Alsacia al mando del Conde Ernesto de Isenburg (herido de gravedad, capturado y recapturado en combate)


Grabado de la batalla de Rocroi. Los franceses en primer término rompen los escuadrones hispánicos, los cuales son representados deshaciéndose y a la desbandada. Rocroi se encuentra arriba a la izquierda, rodeada por los cuarteles de Melo, Fontaine, Alburquerque e Isenburgo. También se muestran las cuatro líneas atrincheradas de asedio -o "aproches"- dirigidas contra Rocroi: la de los españoles, los italianos, los alemanes y la de los valones. (Sébastien de Pontault, señor de Beaulieu)  


_______________________________
NOTA1: De acuerdo al testimonio de Henri Le Bret, el famoso Cyrano de Bergerac se alistó en 1639 en una compañía de las Guardias Francesas ("Gardes françaises"), siendo herido de un mosquetazo en la defensa de Mouzon (1639), y de un espadazo en la garganta en el sitio de Arras (1640). Cyrano abandona el servicio militar en 1641.

NOTA2: No confundir a Francisco de Melo, gobernador de los Países Bajos, diplomático y anterior virrey de Sicilia, con el también portugués Francisco Manuel de Melo, soldado y cronista de la Guerra de Cataluña, de quien hemos leído en este blog varias citas.

NOTA3: Si que hubo un conde Montecuccoli en la batalla de Rocroi, pero se trata de un capitán de caballería. En cuanto a Frangipani, éste sirvió indistintamente a España y al Sacro Imperio Germánico.

Al conde Ernesto de Isenburgo (Ernst von Isenburg) le hemos visto anteriormente en los sitios de Bergen-op-Zoom (1622) y Breda (1624-1625); y en la campaña de 1633, donde mandó sendos regimientos de infantería alemana. También era propietario de un regimiento de caballería alemana, que hemos visto tomar parte en la campaña de invasión de Francia de 1636. Posteriormente estaría al cargo del Ejército hispánico de Alsacia. En la batalla de Rocroi el conde de Isenburgo fue gravemente herido, recibiendo 3 heridas, que a decir de Vincart: "recibió dos golpes de espada en la cabeza que le abrieron el hueso hasta los sesos, con otro golpe que le cortó la nariz hasta la boca, no queriéndose aun rendir ni dar su espada hasta que con el grueso de una carabina le rompieron el brazo derecho, con que cayó en el suelo, y fué preso (...)"

Al regimiento alemán de Rouveroy le hemos visto citado 10 años antes en la campaña de 1633, y posteriormente en la de 1636, en el cuerpo de ejército que quedó en el frente de Brabante, vigilando los movimientos del ejército holandés. Lo mismo se puede decir del barón de Ribaucourt. El regimiento alemán de Octavio Guasco también le hemos visto sirviendo en el frente de Brabante, durante la campaña de 1636. Y al conde de Saint-Amour le hemos visto en la invasión de Francia de 1636. 

NOTA4: Aunque en las relaciones francesas de la batalla se da por muertos en combate a Luis Visconti y al barón d'Hembise, en las relaciones posteriores -como la relación de la campaña de 1644, realizada por Vincart- ambos aparecen participando en las operaciones al mando de sus respectivas unidades, por lo que nunca pudieron morir en combate. Algún oficial del tercio de Visconti debió de morir en la batalla, y éste ser confundido con él, o que fuera herido en el combate, y pensarse que murió en la batalla. Lo mismo se puede indicar para el barón d'Hembise.
De todos modos, en la relación de Vincart del año 1643, el maestre de campo italiano Luis Visconti figura en las operaciones inmediatas que se producen al término de la batalla. Y, en la "Gazeta de Francia" del año 1643, el barón d'Hembise aparece mencionado en las operaciones militares de agosto, al mando de Andrea Cantelmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario