lunes, 15 de agosto de 2022

Mapa del Condado del Rosellón, en 1640

 
Como vimos en la entrada anterior, una vez inciada la revuelta en el Principado de Cataluña (1640), los tercios hispanos que lo guarnecían se retiraron hacia Perpiñán, principal base de operaciones de la Monarquía española en el Rosellón catalán.
La entrada de los tercios en Perpiñán fue tormentosa: las autoridades de la ciudad se negaron a recibir y alojar a los tercios, habida cuenta que entre ellos se encontraban los tercios de Arce y de Moles, especialmente odiados en el Principado por sus tropelías.
Esto motivó que los tercios asaltaran una de las puertas de Perpiñán para entrar en la ciudad, trabándose una lucha con su población. Mientras, la guarnición española de la ciudadela ayudó desde dentro a los tercios, bombardeando la propia ciudad, hasta que consiguieron doblegarla. Francisco Manuel de Melo, soldado en los primeros años de la Guerra de Cataluña, relata el incidente:

 "[33] Los [soldados] reales, que ya estaban desesperados de conseguir amigablemente el hospedage, asaltaron de improviso una de las puertas de la villa, dicha la del Campo, con la infantería que se hallaba más cercana a ella. Acudió a su defensa buena parte de los moradores, (...)
 [34] Xeli [Ghieri della Renna], que desde el castillo estaba mirando la furiosa resolución de unos y otros, lleno de escándalo y despecho, trató de favorecer a los suyos; mandó se disparase contra el lugar toda el artillería, (...) Era en el primer cuarto de la noche, cuando el castillo dio principio a su furor y se continuó con tanta fuerza, que en poco tiempo arrojó sobre la miserable villa más de seiscientos cañonazos con gran cantidad de bombas. Fue terrible el estrago; arruinóse la tercera parte del lugar, perecieron muchos inocentes."
 

Apaciguados los ánimos en Perpiñán, el general Juan de Garay decidió operar contra los rebeldes catalanes y los franceses que operaban en el Rosellón. Así, a finales de septiembre de 1640, los tercios hispánicos al mando de Garay tomaron sin lucha la población de Millars. Después asediaron infructuosamente la población de Illa, defendida por el señor d'Aubigny y la guarnición franco-catalana, retirándose hacia Perpiñán a los pocos días, tras resultar herido Juan de Garay.


Un mapa del Principado de Cataluña, realizado por el grabador flamenco Jan Baptist Vrients en 1608, nos servirá para representar las operaciones militares en el Condado del Rosellón, fronterizo con Francia, a raiz de la revuelta catalana (junio de 1640). 
 
 
 


 
 
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NOTA1: La marcha de los tercios hasta Perpiñán fue costosa. El cronista Francisco Manuel de Melo relata la ruta que siguieron:
 
 "[26] [Juan de] Arce, con la infantería que llevaba junta, y alguna otra que no pudo incorporarse con sus tropas, caminaba a Rosellón con gran trabajo y peligro. (...)
 [27] En fin, rompiendo [partiendo] hacia Perpiñán por entre Cadaqués y el Pertús, dejaron con temor a Palamós y por la vía de Argelés [o Argelers en catalán] y Elda [Elna] llegó la infantería y algunos caballos a aquella gran villa, (...)"

NOTA2: Para apaciguar la ciudad de Perpiñán, el duque de Cardona -nombrado nuevo virrey de Cataluña, tras el asesinato del anterior virrey por los rebeldes catalanes- encarcela a los culpables del asalto y bombardeo de la ciudad de Perpiñán: El milanés Ghieri della Renna, oficial al mando de la ciudadela, culpable del bombardeo de la ciudad; el vallisoletano Juan de Arce y el napolitano Leonardo Moles, al mando de los tercios que asaltaron la puerta y cometieron delitos en el Principado. Muerto el virrey Cardona en julio de 1640, el general del Rosellón, don Juan de Garay, pondrá en libertad a los acusados.  

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