domingo, 24 de junio de 2018

Banderas de los tercios españoles, hacia 1618-1640


A lo largo del siglo XVI, la Monarquía española realizó varios contratos con asentistas para proveer de vestidos a los soldados para una determinada campaña. Hacia finales del siglo XVI, el Gobierno de España se encargará de la provisión de ropa al Ejército de Flandes. Así, en 1594, se firmó el primer asiento para proporcionar vestidos completos al Ejército de Flandes.
Estos asentistas -sastres y empresarios locales- no sólo recibían el encargo para confeccionar y fabricar un determinado número de equipos de ropa para los soldados, sino que en ocasiones también se les encargaba la elaboración de las banderas.
Por ejemplo, en 1588, durante los preparativos para la campaña naval de invasión de Inglaterra, se conservan diversos pagos realizados para la confección en Lisboa del estandarte real de la Armada española.
Asimismo también se conservan los pagos para la elaboración en Lisboa de 113 flámulas y gallardetes para las distintas embarcaciones que componían la expedición.
Para la misma campaña, al galeón "San Martín" -buque insignia de la Armada hispánica- y a la nave "Santa Ana" -capitana de la Escuadra de Vizcaya- se les entregan 4 banderas de lienzo con las armas reales pintadas.
También al galeón "San Martín" se le proporcionó "84 banderas de lienzo de colores blanco, amarillo y colorado" de diferentes tamaños, presumiblemente para ser repartidas entre los demás navíos que componían la Armada.


En la obra "Geometría y traza perteneciente al oficio de sastres" (1618), de Francisco de la Rocha (François de la Roche, francés de origen y afincado en Valencia), donde se indica el modo de confeccionar los distintos vestidos de la época, se señala la confección de una "Bandera de guerra".

Señala como muchas de las banderas de infantería eran encargadas por los capitanes. El Rey otorgaba una cédula real al capitán para poder reclutar su compañía, y era éste el que ordenaba la confección de la bandera de la compañía:

 "Para cortar esta bandera de tafetán [tela de seda] para Infantería, es necesario saber la voluntad del largo y ancho que la quiere el Capitán, y allí determinará cuanta seda será menester."

También era el capitán el que ordenaba el diseño de ella:

"(...) si a caso fueren piezas [de tela] reportadas unas con otras; y si a caso fuere vaciada, y reportadas piezas unas encima de otras, según fuere, (...) porque a mí me ha sucedido hacer banderas que me ha entrado veinticuatro varas [antigua unidad de medida de España], (...) y en otras treinta y seis, y hasta cuarenta."

En la obra se muestra un grabado con las trazas para fabricar la bandera, y otro grabado mostrando una elaborada bandera de infantería española ya finalizada.



La bandera que muestra el grabado tiene un parecido a algunas de las banderas pintadas en las obras de Denis van Alsloot, que muestran los desfiles de la festividad del Ommegang de Bruselas en 1615, apenas 3 años antes a la realización del tratado de sastrería.


 
En la obra también llamada "Geometría y trazas pertenecientes al oficio de sastres" (1640), de Martín de Andújar, también se muestra como confeccionar una "Bandera de guerra".

En la obra se muestran 3 grabados de banderas de infantería española de diferentes dimensiones. Uno de los grabados muestra las trazas para fabricar una bandera de 3'5 varas de largo y de ancho.


Otro de los grabados muestra la anterior bandera de tafetán ya acabada.


Y el último de los grabados muestra una bandera ya fabricada "que tenga de largo cuatro varas y cuarta, y de ancho cuatro varas menos una sesma [una sexta parte], (...) y la Cruz [de San Andrés o de Borgoña] cinco varas, (...)".


Las banderas guardan parecido con algunas de las capturadas en la batalla de Rocroi (o Rocroy), ocurrida apenas 3 años después a la realización de este tratado.
En un grabado francés contemporáneo, que muestra las banderas capturadas a los hispánicos en Rocroi y que son llevadas en procesión por las calles de París para ser depositadas en la catedral de Notre Dame, se muestran 3 banderas capturadas con un diseño muy similar a las mostradas en la obra de Andújar.



Todas las banderas portan la cruz de San Andrés o "aspa" de Borgoña en su campo, símbolo identificativo del ejército español de la época. Además se puede decir que los diseños de las banderas, mostradas en las dos obras del oficio de la sastrería, son genéricos y representativos de las banderas de infantería española que campeaban por los campos de media Europa, y de parte del mundo, al menos entre 1615 y 1643.

viernes, 15 de junio de 2018

El Ejército real de Extremadura en 1643, durante la sublevación de Portugal


En diciembre de 1640, Portugal, siguiendo la estela de Cataluña de ese mismo año, se sublevó contra la Monarquía española, tras haber estado unos escasos 60 años bajo la gobernación española, después que el duque de Alba la conquistase en 1580: La política del Conde-duque de Olivares, las reclutas para la guerra de Cataluña y la pérdida de territorios coloniales ante las naciones enemigas de España, entre otros factores económicos, propiciaron este hecho. La virreina Margarita de Saboya, duquesa de Mantua, fue depuesta del cargo y se coronó Rey de Portugal al duque de Braganza.

Tras este hecho, la Monarquía española comenzó la movilización de milicias y de la nobleza -además de nuevas reclutas- en los territorios pertenecientes a la Corona de Castilla, para la formación de un ejército que estaría acantonado en la plaza de Badajoz y sus alrededores, con el objeto de devolver Portugal a la Corona.
En los primeros años de la guerra no hubo batallas de entidad, consistiendo en combates fronterizos, cabalgadas y escaramuzas, donde era frecuente el saqueo e incendio de alguna población.


En la obra "Museo Militar" (1887), del historiador y militar decimonónico Francisco Barado, se encuentra una muestra del Ejército de Extremadura de mayo de 1643. Mayormente se trata de las mismas unidades que, al año siguiente, van a participar en la batalla de Montijo. Con la excepción de los mandos, que serán sustituidos al término de la campaña de 1643 -ante los pobres resultados obtenidos- por el marqués de Torrecuso, al mando del ejército, y el barón de Molinghien (o Molinghem, elevado a marquesado en 1645), al mando de la caballería.








General: Diego de Benavides de la Cueva, Conde de Santisteban

Efectivos: (10.600 soldados, de los que 8.830 son infantería y 1.809 son caballería)


   Tercio español de Don José del Pulgar
   Tercio español de Don Francisco de Luna
   Tercio español de Carlos Ignacio Coloma, Marqués de Espinar
   Tercio español de la Nobleza, al mando de Alvaro Pizarro de Carvajal, Conde de Torrejón
   Tercio español de Don Francisco de Agüero
   Tercio español o ¿hispano-irlandés? de William Burke
   Tercio español de Don Diego Gall
   Tercio español "viejo" de Extremadura, al mando de Don Rodrigo de Ayala
   Tercio español de Don Francisco Xelder

   Tercio irlandés de Patrick Fitzgerald

   Tercio italiano de Francesco Caraffa
   Tercio italiano de Giovanni Battista Pignatelli


Caballería al mando de Cristóbal Osorio y Portocarrero, Conde de Montijo, y de don Francisco de Velasco


Detalle de un mural de azulejos pintados del siglo XVII, que muestra la plaza de Badajoz durante el sitio de 1658. Plaza fuerte militar y base de operaciones del Ejército de Extremadura durante la Guerra de la Restauración portuguesa (1640-1668), Badajoz fue asediada por los portugueses en 1657, y de nuevo en 1658. En el detalle se muestra también el fuerte de San Cristóbal, que protegía el puente sobre el río Guadiana. (Anónimo, Palacio del Marqués da Fronteira, Lisboa)


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NOTA1: Exceptuando los tercios de Burke (Burgh o del Burgo) y de Gall, que superan los 1.000 hombres por tercio, el resto de unidades tienen menos del millar de hombres, rondando los 500 a 700 soldados de media; y sólo los tercios del conde de Torrejón, de Agüero y de Fitzgerald no alcanzan los 400 hombres por tercio.

NOTA2: El marqués de Espinar era hijo del famoso militar valenciano Carlos Coloma. 

Francisco Xelder ejerció el cargo de Gobernador militar de Zamora (1645-1648) y Gobernador de Cuba (1653-1654), donde murió desempeñando el cargo. Pertenecía a la familia alemana de los Schedler (castellanizado como Gelder, Geldre o Xelder), los cuales llegaron a España con la familia de los Fugger, con los que debían de estar emparentados.