domingo, 29 de septiembre de 2013

El ataque al reducto de Terheyden, durante el sitio de Breda


Tras la dura campaña de 1622, durante el siguiente año, no se realizaría ninguna acción de enververgadura en el frente de los Países Bajos. El genovés al servicio de España, Ambrosio Espínola, Capitán General del Ejército de Flandes, pasó todo ese año recomponiendo el desgastado ejército de campaña.

Ambrosio Espínola (Ambrogio Spinola): Pertenecía a una acaudalada familia genovesa. Prototipo de empresario militar de la época, en 1602 ofreció al rey de España reclutar a sus expensas 2 tercios italianos para el frente de Flandes, a cambio de obtener el mando de uno de ellos. A partir de ahí, su carrera militar fue fulgurante. (Grabado de Crispijn van de Passe)


Sin embargo, para la campaña de 1624 se fijó como objetivo la ciudad de Breda, ciudad que había cambiado hasta 4 veces de mano en lo que iba de guerra, que era residencia de la casa de Orange y que estaba fuertemente fortificada. Espínola la asedió en agosto de ese año, con un ejército de 18.000 soldados de todas las naciones (españoles, italianos, valones, borgoñones y mercenarios alemanes, irlandeses y escoceses).
Esta vez Espínola no cometería los errores del sitio de Bergen-op-Zoom; esta vez rendiría la ciudad por hambre, sin realizar asalto alguno, y cercándola totalmente, sin dejar ningún espacio abierto por el cual pudieran recibir socorro.
Para ello realizó un auténtico tren de trincheras, fortificaciones y reductos que rodearon la ciudad en su totalidad. Apenas se dieron combates para reducirla, por lo que el asedio se demoró durante 9 penosos meses, en los que el ejército sitiador comenzó a tener todo tipo de privaciones.

El ejército de las Provincias Unidas realizó varias maniobras de diversión, tomando Goch y realizando un amago contra Amberes, pero no consiguió que los hispánicos levantaran el sitio. En mayo de 1625, Federico-Enrique, Príncipe de Orange, realizó un intento por socorrer Breda y atacó por la noche el reducto de Terheyden. Tras ser rechazado con más de 200 bajas, incendió su campamento y se retiró. Justino de Nassau, hermanastro de Federico-Enrique y gobernador de Breda, rindió la plaza a principios de junio.


El ataque al reducto de Terheyden fue el único combate de entidad que se produjo durante el asedio, lo demás fueron escaramuzas; si bien las enfermedades y las privaciones provocaron muchas bajas en ambos campos. El propio Mauricio de Nassau, Príncipe de Orange, murió en abril de enfermedad contraída en la campaña por liberar Breda, siendo sustituído en el Gobierno de las Provincias Unidas por su hermanastro Federico-Enrique de Nassau.


Detalle de un cuadro del flamenco Pieter Snayers, sobre el asedio de Breda, que muestra el ataque al reducto de Terheyden. El ejército neerlandés, a la izquierda, realiza el ataque por el dique y es reconocible por las banderas naranjas, blancas y azules; en contraste con las banderas rojas de las posiciones hispánicas. Se aprecia al general asaltante, en medio de la formación de piqueros, con un caballo blanco, faja y plumas naranjas. (Vista caballera del sitio de Breda, Museo del Prado)


Herman Hugo, capellán militar de Ambrosio Espínola, al que acompañó en sus campañas y fue testigo vista del sito de Breda, relató el ataque al reducto de Terheyden en su obra "Obsidio Bredana":

"A quince de Mayo, después de la media noche, quiso Henrique de Nassau [Frederik Hendrik, Príncipe de Orange] probar la fortuna, pues aunque se había recibido algún daño, no tocó éste en la parte principal del ejército: mandó acometer el último cuartel de Terheyden, en lugar bien dificultoso para los que habían de pelear y pasar; pues no se podía llegar a él, sino por los dos diques de Sevenberghe y Gertrudenbergh [Zevenbergen y Geertruidenberg] (...) envió por el dique de Gertrudenbergh la mosquetería Inglesa, era gente escogida; y los doscientos coseletes [piqueros con coraza]; todos con armas fuertes: guiábalos el Coronel Ver Inglés [Sir Horace Vere], acompañado por los demás de su nación; y para sustentarla seguían los Franceses y Alemanes: serían todos al pié de seis mil. Venía con la retaguardia el artillería gruesa y carruaje; al lado la caballería: y en medio de sus tropas aguardaba Henrique de Nassau el suceso. Mas el Marqués [Spínola], advertido del intento, avisó en toda diligencia a Paulo Baglion [Paolo Baglioni] y Carlos Roma (tenían a cargo aquellos cuarteles) que estuviésen apercebidos (...)
Así como rompió el alba, mandó el Príncipe de Oranges que por diferente parte hacia el cuartel de Balançon [Claude de Rye, barón de Balançon] tocasen las caxas [tambores], para divertirnos, y como si por aquél lado hubiera de acometer: mas llegó por esotro el enemigo, y tan presto oprimió a la centinela perdida, que no tuvo lugar de avisar a sus compañeros: inconveniente que se evitára, a haber estado de posta en el dique sólo un caballo ligero (...)
Los Ingleses dando con grande ánimo sobre el reducto, en que había un Alférez con pocos Italianos, los echaron del con las granadas que arrojaron; y subiendo en la muralla, degollaron a algunos: y luego poniendo la arcabuzería detrás del reducto, y en las cortaduras del dique, para defender a los que pasaban más adelante, ganaron con la misma felicidad y osadía la media luna, que cubría la puerta del fuerte: procuraban por aquel lado plantar en él la bandera, trepando con las manos y piés por el muro; ya que los tímidos carreteros, no osando pasar más adelante con los carros, se huyeron por miedo de la artillería, dejándo en la retaguardia las escalas, y garfios de hierro: que así suele muchas veces por mínima cosa interrumpirse el suceso de las mayores empresas. (...)
Los Italianos que defendían la trinchera del dique de Sevenberghe, viendo el enemigo tan adelante, la desampararon; pues estando descubiertos por aquella parte, ya no la podían defender. Peleaban los Ingleses con tanto esfuerzo, como si sólo en éste tiempo le hubieran de emplear todo, y no faltó cosa a su valor. Envió Carlos Roma Sargento mayor del tercio del Marqués de Campolataro el Capitán Camillo Fenice con su compañía, para que defendiendo el reducto socorriése a los suyos apretados; pero no pudo con su presencia detener a los que huían, (...)
Viendo Carlos Roma que se retiraba con los demás echados del reduto, tomó la rodela [escudo redondo pequeño] del que se volvía, porque él había venido sin ella; y poniéndose delante de todos, la espada en la mano, restauró la pelea: y con la osadía, que en otro tiempo el César, acometió a los Ingleses que apretaban bravamente; y rompiendo su furia, los hizo volver aun mas presto por do habían venido, arrojándose por tropas del reducto abajo los que habían echado del a los nuestros: otros se iban retirando poco a poco, muchos caían muertos y heridos, y no pocos hallaron la muerte o vida por los pantanos. El que procuraba poner la bandera en el fuerte, cayó atravesado de una pica: tres, que por la media luna se habían arrimado más al fuerte, murieron en las puertas del. Los otros que peleaban más cerca, acabaron casi todos (pasada la cabeza o la garganta) con heridas honradas; alcanzaron del valor con que pelearon este fin honroso dignos de la Vitoria, si no hubieran peleado los nuestros más valerosamente y por mejor causa. Los que tiraban de lejos, fueron despedazados miserablemente de la artillería que jugó contínuamente, llevando manos, cabezas, pies, sin que diese golpe en vano entre los que estaban apiñados; llevando juntamente a muchos por las muchas vueltas que daba el dique: y por ser éste tan angosto, no podían los Ingleses y Franceses que venían de retaguardia entrar en el lugar de los primeros que se retiraban; tanto se habían apretado.
Y reconociéndolo así, y que les daban los nuestros la carga, comenzaron éstos a recogerse poco a poco. Importó grandemente la presencia de Henrique de Nassau, paraque no se turbasen con el temor y peligro; pues hicieron con tan buen orden la retirada, como habían hecho el acometimiento, guardando todos sus puestos y hileras. Conocióse principalmente en esta facción el grandísimo valor del Coronel Ver que los conducía; porque hallándose en la vanguardia, entre las balas que llovían, siempre con la misma constancia de ánimo, ponía en lugar de los que se retiraban a otros nuevos, socorriendo con gente fresca la cansada, y con los más promptos a los heridos, (...)
La mañana descubrió la miserable forma del destrozo: el dique lleno de muertos, la tierra y arenas mezcladas en sangre: las piernas, cabezas, manos y pies despedazados, y destrozados los cuerpos, que hazían por todas partes el espectáculo horrible. Algunos se habían arrojado a los pantanos, otros medio vivos lamentando gravemente fueron traídos a nuestro campo, en que murieron. Súpose por las cartas que el Príncipe Henrique escribió a Justino [Justino de Nassau], que habían perecido más de doscientos; bien que otros que venían a rendirse, afirmaban que eran quinientos los muertos; y entre ellos ocho o diez Capitanes y Cabos, y otros ilustres por su nobleza. No murieron de los nuestros más de doce o quince; y entre ellos el Capitán de infantería Camillo Fenice, mientras defendía la puerta del fuerte: estropearon de la mano derecha a Juan Bautista Ursino otro Capitán de infantes que peleó valerosísimamente: (...)"


Es conmovedora la carta que Sir Henry Vere, Conde de Oxford, mandó a su mujer desde Gertruidenberg, donde estaba convaleciente de las heridas recibidas. El Conde de Oxford, que lideraba un cuerpo de 300 piqueros, dentro del contingente atacante, relata que está bien a pesar de estar herido por un balazo en el brazo, también relata las bajas sufridas por los mandos de su unidad en el ataque.

"This letter is to show I am well lest reports might err. The vanguard attacked Terheyde under the Lord General Vere [Sir Horace Vere] and myself. Our nation lost no honour, but many brave gentlemen their lives. My ensign T. Stanhope was killed upon the place. Captain J. Cromwell is dangerously hurt. We fought as long as our ammunition lasted, and I was shot in my left arm."

El Conde de Oxford murió poco después en La Haya, por la fiebre causada al empeorar la herida. 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Los Regimientos Escoceses en la Guerra de Flandes


Durante la Guerra de Flandes o Guerra de los 80 años (1568-1648), ambos contendientes, españoles y holandeses, llegaron a encuadrar en sus ejércitos unidades procedentes de las islas británicas.
No fueron pocos los enfrentamientos entre los ejércitos españoles y holandeses en los que distintas unidades británicas se tenían que enfrentar. Aun así, a veces los mercenarios de una misma nación eran reticentes a enfrentarse entre ellos.
Durante el asedio a Bergen-op-Zoom en 1622, el coronel Edward Cecil, que mandaba un regimiento inglés al servicio de los holandeses, exclamó que era triste para él ver enfrentarse a los ingleses entre sí:

‘it grieved me to see English colours against English colours and that his Majesty should lose his subjects’ blood both ways’

Refiriéndose a un encuentro que tuvo con el regimiento inglés de Lord Vaux, al servicio de los españoles. Por su parte los españoles engañaron a Lord Vaux señalándole que se enfrentaría a los holandeses y no a las unidades inglesas. Algunos soldados de Lord Vaux prefirieron desertar antes que enfrentarse a sus compatriotas.


Grabado del sitio de Bergen-op-Zoom, en 1622. Fue un asedio muy duro; el ejército hispánico sitiador de Ambrosio Spinola perdió casi la mitad de sus efectivos, entre muertos, heridos, enfermos, prisioneros y desertores. En el asedio participaron el tercio escocés del Conde de Argyll, encuadrado en el bando sitiador, y el regimiento escocés de Henderson, encuadrado en el bando defensor. (Grabado anónimo neerlandés)



REGIMIENTOS ESCOCESES AL SERVICIO DE LAS PROVINCIAS UNIDAS

En el caso holandés estas unidades británicas conformaban una auténtica élite: Los Príncipes de Orange siempre adjudicaban a los regimientos ingleses y escoceses los puestos más comprometidos en los asedios y las batallas. Prácticamente participaron en todos los enfrentamientos en los que se vieron envueltas las Provincias Unidas, el número de bajas en sus filas y en sus propios coroneles denota el carácter de tropas de élite que tenían.

Estas tropas británicas tenían el carácter de tropas mercenarias. Pero en el período de 1586-1604, en que la reina Isabel I de Inglaterra entró en guerra con España, unos 8.000 soldados auxiliares ingleses e irlandeses se unieron al ejército holandés.
Así mismo, en el período de 1625-1630, en que el rey Carlos I de Inglaterra y de Escocia estuvo nuevamente en guerra con España, nuevos contingentes auxiliares ingleses y escoceses acudieron en ayuda de los holandeses. De todos modos, durante la guerra de los 80 años con España, Holanda siempre mantuvo encuadrado en sus ejércitos mercenarios ingleses y escoceses.

Los 4 regimientos ingleses y los 3 regimientos escoceses que Holanda tenía siempre encuadrados llegarían a convertirse en regimientos permanentes en el ejército holandés; y se integrarían en las llamadas "Brigada Inglesa" y "Brigada Escocesa" respectivamente. La "Brigada Escocesa" estaría al servicio de Holanda hasta el año 1783, ya en el siglo XVIII, en el que fue nacionalizada.


Coroneles del primer Regimiento escocés

   1573 Andrew Ormiston (muerto en un duelo)
   1574 Sir Henry Balfour (muerto en 1580 en una escaramuza cerca de Wassenaar)
   1580 ------
   1585 John Cunningham
   1586 Barthold Balfour
   1595 Alexander Murray (muerto en el sitio de Bommel)
   1599 William Edmond (muerto en el sitio de Rheinberg)
   1606 William Brog
   1636 James Sandilands
   1639 James Erskine
   1655 Walter Scott de Balwaery


Coronel William Brog: Con una dilatada carrera en el "viejo" regimiento escocés, fue Capitán en 1590; Sargento-Mayor en 1598; Teniente-coronel en 1600 y finalmente ascendió a Coronel del regimiento en 1606. Comandó el regimiento hasta su muerte en el cargo, en 1636. (Retrato realizado por Jan Antonisz van Ravesteyn)


Coroneles del segundo Regimiento escocés

   1603 Sir Walter Scott, Lord Buccleuch
   1612 Sir Robert Henderson (muerto en el asedio de Bergen-op-Zoom)
   1622 Sir Francis Henderson
   1628 John Halkett (muerto en el sitio de Bois-le-Duc)
   1629 David Balfour
   1639 Archibald Douglas
   1639 John Kirckpatrick
   1684 Barthold Balfour (muerto en 1689 en la batalla de Killiecrankie)


Coronel Sir Robert Henderson: También veterano del "viejo" o primer regimiento escocés, fue Capitán del mismo en 1599. Después fue transferido como Teniente-coronel al regimiento de Lord Buccleuch, al que sucedió en el mando. En 1610 comandó un regimiento escocés en la crisis de Cleves-Juliers, formado para tal efecto en Holanda, participando en el asedio de Juliers. Murió de las heridas sufridas en Bergen-op-Zoom. Fue sucedido por su hermano en el mando del regimiento. (Retrato realizado por Jan Antonisz van Ravesteyn)


Coronel John Halkett: En 1604 fue nombrado Capitán en el regimiento de Lord Buccleuch, promocionando por todos los puestos de mando del regimiento, hasta llegar a Coronel del mismo. Muere en acción durante el sitio de Bois-le-Duc. El retrato casi con toda seguridad pertenezca a Van Ravesteyn.


Coroneles del tercer Regimiento escocés

   1629 Sir Walter Scott, Conde de Buccleuch
   1633 Sir James Livingstone, Lord Almond
   1640 Sir Philip Balfour
   1646 William Drummond de Roxburgh


Aparte de los 3 regimientos permanentes escoceses, durante la guerra de los 80 años hubo otros regimientos escoceses que participaron en ella temporalmente:


   1578 El Regimiento de William Stuart de Houston, que había regresado de Danzig; ciudad que estaba asediada            por el rey de Polonia y que había alquilado los servicios de un regimiento escocés, que se formó en 1577              en la propia Holanda para tal propósito.

   1586 El Regimiento de Aristotle Patton, que al año siguiente se pasó al servicio de los españoles, entregando              la ciudad de Gueldres que estaba bajo su custodia.

   1629 El Regimiento del Conde de Morton, al mando de Lord Hay de Kinfauns, que sirvió en el asedio de               Bois-le-Duc.


COMPAÑIAS DE CABALLERIA ESCOCESA AL SERVICIO DE LAS PROVINCIAS UNIDAS

A diferencia de sus contrarios españoles, el ejército holandés tenía unidades de caballería inglesa y escocesa. Vamos a enumerar las principales compañías de caballería escocesa y sus capitanes:


   1586 Compañía de arcabuceros a caballo de Alexander Wishart, a quien sucedió en el mando en 1616 el capitán             Sir William Balfour, quien la comandó hasta 1628.

   1588 Compañía de lanceros a caballo de William Edmond, que la mandó hasta 1599, año en que  promocionó al             mando del primer o el "viejo" Regimiento de infantería escocesa.

   1593 Compañía de lanceros a caballo de Patrick Bruce.

   1599 Compañías de caballería de Thomas Erskine, Henry Bruce, y John Hamilton (muerto en 1600 en la batalla             de las Dunas o Nieupoort)

   1604 Compañía de coraceros de Archibald Erskine, quien la mandó hasta 1608.

   1620 Compañía de Robert Irving.

   1625 Compañía de Thomas Edmond, hijo de William Edmond.

Al final de la guerra se crearon las compañías de William Hay y Sir Robert Hume.



REGIMIENTOS ESCOCESES AL SERVICIO DE LOS ESPAÑOLES

A diferencia de los holandeses, en un principio el Ejército español de Flandes no tenía unidades británicas. Las primeras unidades que se incorporaron pertenecían a desertores ingleses, irlandeses y escoceses del ejército holandés.
Pero a partir de 1605, tras la firma de la paz con Inglaterra, el rey Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia permitió la recluta de hombres para el Ejército español de Flandes. Al comenzar la guerra de los 30 años en 1618, España perdió el tradicional campo de reclutamiento de mercenarios que era el Sacro Imperio Germánico, y se vió obligada a aumentar la recluta en las Islas Británicas.

Alejandro Farnesio (Alessandro Farnese): Italiano de origen, fue Duque de Parma y Gobernador de los Países Bajos españoles. Hábil diplomático y militar, no desaprovechó el desencanto con sus mandos de las tropas británicas al servicio de los Estados Generales. Así negoció con algunas de estas tropas, medio amotinadas por la falta de pagas, la entrega de las ciudades que custodiaban y pasarse al bando hispánico por un módico precio. De esta manera, Farnesio se hizo con las plazas de Deventer, Zutphen, Gueldres, Lier, Brujas, Alost y Gertruidenberg.  En la imagen, Farnesio porta la banda roja de Capitán General del Ejército. (Cuadro de Otto van Veen)


A partir de 1620, hubo todos los años una media de 2.000 soldados procedentes de las Islas Británicas, formando parte del Ejército español de Flandes. Exceptuando el período de 1625-1630, en que España estuvo de nuevo en guerra con Inglaterra, y por lo tanto la recluta para España se prohibió. Desde 1623, España siempre mantuvo en Flandes al menos un tercio inglés y otro irlandés.

De todas las naciones británicas España tuvo una especial predilección por la recluta de mercenarios irlandeses: tanto porque eran católicos como por su fama de guerreros, así como por el apoyo moral, y en ocasiones tangible, que recibían de España en la pugna casi constante que mantenían los irlandeses con Inglaterra.
En el servicio a España los irlandeses se ganaron la reputación de buenos y fiables soldados. Por su parte, las levas en Irlanda para ir a luchar en Flandes eran muy populares, ya que los irlandeses preferían luchar por España más que por otra nación, por su afinidad religiosa y la oportunidad de luchar en los Países Bajos contra los ingleses.

Todos estos factores no se daban con los escoceses y su recluta fue, con diferencia, mucho menor: En 1645 la Junta encargada de las levas (reclutas) en Irlanda rechazó el ofrecimiento de 6.000 escoceses para servir en el frente peninsular. Alegaban que “quando huviese catholicos seran muy pocos y no conbiene traerlos a España siendo herejes”, además de ser tradicionalmente reclutados por Francia, y por tanto cabía la posibilidad de pasarse al enemigo.



Las unidades escocesas al servicio del Ejército español de Flandes fueron:


  1582 Regimiento de William Semple. Fue formado cuando el capitán William Semple (que pertenecía al            regimiento de William Stuart) entregó la plaza de Lier a Alejandro Farnesio, pasándose con sus hombres          al servicio de los españoles. El regimiento fue disuelto en 1584. Desde entonces Semple trabajaría en              diversas misiones de espionaje para la Corte española.

   1587 Regimiento de Aristotle Patton. Formado cuando el regimiento de Patton entregó la plaza de Gueldres al             señor de Haultepenne, pasándose con dos compañías suyas al servicio de los españoles. El regimiento fue          disuelto en 1589, posiblemente a consecuencia de las bajas sufridas en la derrota que Patton tuvo ese              mismo año, y que casi le cuesta la vida, cuando dirigía un convoy de provisiones.

Entrada por sorpresa de las tropas hispánicas del señor de Haultepenne en la plaza de Gueldres, en 1587. El coronel Patton pactó abrir por la noche la puerta principal de la ciudad, que se rindió tras una breve resistencia de un grupo de soldados ingleses. Por esta acción, Patton acordó un estipendio de 36.000 florines. (Grabado de Simon Frisius)


   1622 Tercio de Archibald Campbell, Conde de Argyll. Participó activamente en el sitio de Bergen-op-Zoom.               Disuelto en 1626, Argyll regresa a Inglaterra al año siguiente.


Al principio las unidades de infantería británicas recibieron la denominación de "regimientos", pero al poco tiempo cambian a ser denominados como "tercios", obteniendo el mismo establecimiento estructural que los tercios españoles. También, a diferencia de los holandeses, el Ejército español de Flandes no tenía caballería británica de ningún tipo.